El sacerdote Julio César Grassi, acusado de abuso sexual y corrupción de menores contra adolescentes de la Fundación Felices los Niños, dijo que ejercerá su "derecho a hablar" frente al tribunal que lo juzga.
Al ingresar a los tribunales de Morón durante otra jornada de réplica de la defensa a los abogados querellantes, Grassi dijo que va a ejercer su "derecho a hablar desde el corazón".
El sacerdote, que sostuvo que "además de ser escuchado" espera "ser comprendido" no determinó si hablará en el juicio hoy o mañana, solamente señaló que lo hará "cuando el tribunal lo disponga".
El juicio oral no público se inició el 19 de agosto del año pasado y lleva casi nueve meses de un debate por el que desfilaron 122 testigos durante 200 audiencias, en el marco de una causa que en noviembre cumplirá siete años.
Está previsto que el Tribunal, tras la última palabra del acusado, dicte sentencia en un plazo de 15 días corridos.
Durante la jornada de hoy se hizo presente la titular del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CASACIDN), Estela de Carlotto, quien manifestó que espera "una condena ejemplar para que estos delitos no vuelvan a existir".
Carlotto, que a través del organismo que preside acompaña a los jóvenes denunciantes, señaló que espera "que la justicia condene a Grassi con todo el peso de la ley, que es lo que corresponde en un país democrático".
"Por suerte siempre hay gente que lucha contra estos depravados", sostuvo Carlotto.
Consultado sobre el traslado de niños del Hogar San José Obrero, del barrio porteño de Chacarita, que se realizó el viernes, Grassi consideró que "se vulneró uno de los derechos básicos de los niños, que es escucharlos".
En tanto, Carlotto consideró que "la justicia está actuando" y dijo que "da fe de que esos chicos van a estar en una mejor situación, ya que fueron maltratados en ese lugar".
Carlotto enfatizó que "sacarlos de ese lugar es salvarlos" y señaló que "hay que investigar y hay que esperar".
Asimismo, cuestionó "la intervención mediática a la que fueron sometidos algunos chicos" y aseguró que "es un delito exponer a los niños" en esa situación ante los medios.