Los brasileros "escapistas" que lideraron la fuga
Thiago Ximenes ya se había fugado de otras dos cárceles, en una de ellas con la ayuda de su cómplice.
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Uno de los brasileños que encabezó la espectacular fuga del penal de Ezeiza intentó escapar de la misma manera de la cárcel paraguaya de Ciudad del Este, pero la rotura de un caño de agua impidió su salida y la de otros ocho presidiarios.
Fuentes del caso indicaron que Thiago Ximenes -también conocido como Antonio Junior Mateo Batista- es un verdadero escapista que cuenta con tres evasiones en unidades penitenciarias de distintos países, según consigna el sitio Online 911.
Ximenes se fugó del penal de Tres Lagoas, en Foz de Iguazú, en septiembre de 2005 y, cuando estaba alojado en el penal de Ciudad del Este, intentó escapar nuevamente. Junto a otros internos, cavaron un pozo en la celda N° 6 del Pabellón Negro, de las mismas características que el realizado en Ezeiza.
Para despistar, provocaron incidentes en el pabellón, que sirvieron para avanzar con la obra. El pozo llegaba hasta el patio del penal. La idea era salir allí y después huir hacia el paredón de la parte trasera del predio, que linda con una calle.
En pocas horas consiguieron sacar cerca de 30 bolsas de nylon cargadas con tierra. Pero, en medio de los trabajos, rompieron un caño de agua que finalmente terminó frustrando el plan de fuga.
Ximenes recuperó su libertad años después y se instaló en Argentina. En la provincia de Chaco, fue detenido por una serie de robos. Lo alojaron en la Alcaidía de Resistencia y no pudo con su genio.
Allí estaba alojado también Renato Dutra Pereira, otro brasileño que participó de la fuga en Ezeiza, y que formaba parte de la banda de Ximenes.
En abril de 2007 concretaron el plan de fuga. A diferencia de lo que hicieron en Ezeiza y Ciudad del Este, en este caso escaparon de una manera más tradicional: limaron los barrotes de la celda y una malla cima de gran espesor. De esta manera, ganaron el pasillo y después escaparon por los techos y a los tiros.
Dutra Pereira y Ximenes fueron recapturados tres meses después en la localidad de Fontana, en la provincia de Chaco. Una vecina los reconoció por las fotos que habían sido difundidas por los medios. La policía local rodeó la zona en la que se encontraban y, en medio de un fuerte tiroteo, consiguieron recapturarlos.
Por su peligrosidad, se dispuso el traslado al Complejo Penitenciario de Ezeiza, donde todos imaginaron que era imposible escapar. Aunque, de nuevo, se equivocaron.
21 de agosto de 2013
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