Quiso matar a su novia y suicidarse, pero la pólvora estaba mojada y no lo logró
El hombre ingresó con su arma a una escuela técnica, donde trabajaba con su esposa. Aunque disparó a la cabeza, las balas no penetraron.
El dramático e insólito hecho se registró en el colegio donde el matrimonio trabajaba: ella, Stella Maris Chiarella, como secretaria y él, Claudio Fernando Mionis, como sereno. La razón que llevó al esposo al brutal ataque habría sido una reciente separación, ocurrida cinco meses atrás, según informó el diario El Día de Escobar.
La ex pareja había mantenido una discusión esa misma mañana. Por eso, el hombre volvió al establecimiento, ubicado en la calle Independencia 450 (en la entrada a Belén de Escobar), unas tres horas después de su horario laboral. Portando un arma, fue a buscar a la secretaria y le tiró a su cabeza, desencadenando momentos de verdadera tensión en el lugar.
Pese al disparo, Chiarella pudo salir corriendo y subir a la terraza de la escuela, donde un techista realizaba algunos arreglos. Al escuchar los gritos y ver lo que pasaba, esta persona cerró la puerta e impidió que Mionis volviera a atacar a la mujer.
El agresor se quedó entonces dando vueltas, visiblemente alterado, en el hall del colegio. A raíz del receso escolar, allí sólo se encontraba una empleada, quien aparentemente llamó al 911. La policía llegó cuando Mionis se acababa de pegar un tiro en la sien.
Al ver que, sorprendentemente, el hombre seguía de pie y con el arma en la mano, los efectivos intentaron hacerle deponer su actitud. Pero, lejos de obedecer, volvió a dispararse una vez más. Luego de fallar en este segundo intento, fue arrestado.
Tanto la mujer como el atacante fueron rápidamente asistidos y trasladados de emergencia a una clínica de la ciudad de San Miguel, donde los internaron en terapia intensiva. Ambos fueron operados para extraerles los proyectiles, alojados entre sus cueros cabelludos y el cráneo, y ahora el pronóstico es reservado.
La explicación a que los dos estén milagrosamente vivos es que la pólvora del arma utilizada por Mionis estaba húmeda. “El revólver y las municiones eran muy viejas. Era un revólver calibre 22 corto, con municiones de 32 largo. Se ve que la pólvora estaba humedecida, y por eso los proyectiles no salieron con fuerza”, explicó el jefe de la Comisaría Primera, Carlos Vara, quien indicó que los disparos “llegaron a fracturar el hueso, pero no penetraron el cráneo” de ninguno de los dos protagonistas del escalofriante episodio.
En tanto, la fiscal Irene Molinari dispuso la instrucción de un sumario bajo la carátula de “intento de homicidio agravado por el vínculo” y la custodia policial de Mionis en el sanatorio.
Escuela de locos
Esta no es la primera vez que la Técnica Nº1 de Escobar es noticia por un hecho insólito. En abril de 2007, salió a la luz una denuncia por "pornografía infantil" y "corrupción de menores", luego de que se difundieran imágenes de una fiesta erótica dentro del establecimiento, entre dos profesores y dos alumnas de 17 y 18 años, ocurrida en 2005.
La acusación anónima fue presentada vía correo electrónico a la UFI 2 de esa ciudad, con fotos y videos de esta "reunión". Por el escándalo, fueron separados de su cargo más de 30 docentes, entre ellos los dos principales involucrados y quienes en ese momento eran director y vicedirector. Además, el colegio fue intervenido y sometido a una auditoría provincial.