Zúccaro le erró: quiso pegarle a un vecino y le dio a una funcionaria
En la muchedumbre y en medio del griterío, el Intendente trató de apuntarle una trompada. El jefe comunal afirmó que el vecino lo había insultado
Digno de los barrios más oscuros del Conurbano, el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro, contestó a un insulto con una trompada. La puntería no le ayudó y en vez de impactar al vecino arremetió contra una funcionaria municipal.
Durante la mañana de ayer se vivió un momento de tensión minutos antes del comienzo del homenaje a Azucena Villaflor, fundadora de Madres de Plaza de Mayo, en Villa Astolfi, cuando el intendente Humberto Zúccaro intentó golpear a un vecino.
Estaba todo listo: los alumnos de las escuelas vecinas con sus banderas ceremoniales, trabajadores de cooperativas, funcionarios, periodistas y la hija de Villaflor, Cecilia De Vicenti al costado del monumento que homenajea a su madre.
El intendente saludaba a los concurrentes con predisposición y mucha simpatía, mientras a unos metros un hombre de más de treinta años se acercó con su bicicleta a la plaza de Astolfi y a los gritos le pidió a Zúccaro que asfaltara las calles de su barrio. “Las calles son un desastre, soy de Manzone”, vociferó el hombre.
Ante el pedido, Zúccaro, que estaba hablando con unos vecinos, levantó su cabeza hacia el hombre y aceleró el paso, con una actitud que sorprendió a todos.
Una vez frente al vecino, se vio a los hombres discutir por algunos segundos hasta que el intendente intentó golpear al vecino con su brazo derecho. Golpe que finalmente recibió Isabel Arata, funcionaria del área de Salud, quien se había acercado para calmar la situación junto a un empleado del área de Ceremonial quien tomó al primer mandatario por la espalda y lo sacó de ahí.
Zúccaro, visiblemente desencajado, se acomodó su saco y se acercó al monumento dedicado a Villaflor, donde se encontraban la hija de la Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, la concejal Liliana Alfaya, y otros funcionarios que se miraban de reojo, nerviosos e incómodos, ante la inesperada situación.
El acto comenzó, pero mientras el cura Fernando de Peruzzotti bautizaba el monumento y se descubría la placa recordatoria, varios empleados municipales se quedaron discutiendo con el vecino de Manzone para exigirle que se retirara del lugar, algo que el hombre no quería hacer.
Hasta tuvo que intervenir la policía para frenar a Daniel Zeppetella, chofer del presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Castillo, quien de mala manera, tironeando de la bicicleta del vecino le exigía que se retirara del lugar.
Finalmente, el hombre se fue y el acto continuó, luego de varios minutos de tensión.
El momento de las explicaciones llegó cuando culminó el homenaje y ante la consulta de los periodistas sobre qué le había dicho el vecino para que reaccionara con tanto enojo, Zúccaro, suspiró y respondió: “algo que no quiero recordar”.
El vecino se habría acordado de las integrantes femeninas de la familia del jefe comunal y eso habría propiciado la respuesta violenta, acción que sorprendió a todos los presentes.
5 de abril de 2011
Fuente: Pilar de Todos
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