El Paintball donde murió Paulo era una trampa mortal
El hombre de 35 años oriundo de Vicente López, según pudo averiguar 24CON, se desplomó desde más de nueve metros de altura dentro de lo que antiguamente funcionó como una caldera. Se encontraba en una zona que debería estar, incluso dentro de la ilegalidad del campo, restringida para el juego. Y murió al instante. Estaba acompañado por otras seis personas y “fueron a sacarse fotos”, deslizó una alta fuente policial. “Probablemente sí habían jugado una partida anteriormente, pero en ese momento no fue víctima de tal juego”, asestó la misma fuente.
Paintball ilegal
Como toda actividad tiene sus reglas para funcionar. Así lo determina la Asociación Argentina de Paintball creada a tal efecto y en su página de Internet aclara que existen jueces, identificaciones de jugadores y áreas restringidas (tópico no respetado en Pilar ya que Santroni cayó desde un cuarto piso).
Detrás de todo esto debería estar la Afip y las habilitaciones municipales. Existen decenas de campos, pero el de la ex Fábrica Militar siempre estuvo lejos de tener esa chapa. Y nunca dejó de recibir contrincantes que pagaban desde $40 para combatir en un campo tan peligroso como ilegal. Se auto convocaban vía Web o con el famoso “boca en boca”.
La contienda entre dos equipos siempre tiene un perdedor. Esas son las reglas del juego. Se trata de una suerte de campo militar donde las falanges deben dispararse con armas simil alto calibre cargadas con cartuchos de bolas de pintura (del inglés: paintball). Una guerra que, en definitiva, se convirtió en un llamado deporte a lo ancho del globo.
“La fábrica funciona en forma trucha, siempre se organizan partidas los días feriados y los fines de semana para evadir los controles. Es muy peligroso”, reconoció a este medio la titular del bloque de la Coalición Cívica local, Marcela Campagnoli. De hecho, en 2008 miembros de la comuna dieron con la definitiva clausura del predio tras una serie de reclamos vecinales por presentarse en las inmediaciones un alto índice de contaminación. Resabios de la producción militar.
Pero los organizadores de las batallas de paintball no frenaron sus partidas “tras bambalinas”. Es así como DeaBlick, la principal firma explotadora del campo, hasta se dio el lujo de batallar en penumbras, porque “hay menos probabilidades de que caigan los patrulleros y la muni”, como posteó un jugador en uno de los foros en 2008 en alusión a las partidas “baratas” de domingos a la tarde-noche.
DeaBlick canceló hasta la página Web DeaBlick.com.ar donde se ofrecía el servicio, los equipos y todo lo correspondiente para armar la bélica escena en el barrio Pellegrini. 24CON no pudo contactarse con ninguno de los organizadores, incluso con un tal “Diego”, que según pudo averiguar este medio, sería el cabecilla del paintball trucho en Pilar.
La palabra oficial
Envueltos en un círculo que les es imposible cerrar, los funcionarios del distrito hablaron del asunto en una pequeña conferencia. El intendente Humberto Zúccaro desligó al municipio de cualquier responsabilidad: “Me he reunido esta mañana temprano (por el miércoles) con Roberto Airoldi (director de Inspecciones de la Comuna) y está todo dentro de los trámites legales. Ojalá Dios quiera que esto (el predio donde se practica paintball) se cierre definitivamente y que cuando vaya la Policía se le permita entrar con una orden de allanamiento como la que tenía”, expresó el jefe comunal según publica El Diario de Pilar.
En el mismo sentido, Zúccaro aclaró: “El Municipio estaba actuando sobre una clausura del juez de faltas, la policía ha actuado, no se le ha permitido la orden de allanamiento”.
Sin embargo, aclara el portal, vecinos de la ex fábrica de anilinas convertida en un campo virtual de batallas ratificaron el jueves las versiones de que las competencias de paintball que se desarrollaban los fines de semana, incluso por la noche, eran organizadas por una mujer que habita en el mismo barrio Pellegrini.
Un tercero que, todavía, no dio la cara.