Aunque Domingo Cavallo, al firmar el Plan Brady sostuvo que la deuda de 62.000 millones de dólares, iba a ser un lejano recuerdo en el año 2000, cuando asumió Fernando de la Rúa había trepado a 145.000 millones, habiéndose rematado las empresas públicas.
A partir del canje del 2005, completado en el 2010, se habló de un "desendeudamiento", pero la deuda continuó siempre su carrera ascendente, y ha sido siempre quizás el mayor condicionante de la economía por las gigantescas sumas a pagar en concepto de intereses. Pero como lo economistas sostienen que las deudas no se pagan nunca, sino los intereses, la falta de pago de parte de estos, y las nuevas emisiones, han significado que las obligaciones del Estado siguieran creciendo.
Durante la gestión kirchnerista se convirtió parte de la deuda externa en deuda intra-estado, lo que puede ser más fácil de refinanciar, pero es deuda y hay que pagarla. Como no me gustan los discursos a los que es tan afín la dirigencia política, y para aclarar algunos aspectos de la llamada deuda del macrismo, lo mejor son las cifras que surgen de las informaciones oficiales.
Después del canje del 2005, la deuda era de 154.200 millones de dólares. Cuando se fue la Sra. Cristina Fernández de Kirchner la deuda era de 240.665 millones de dólares. En la Ley de presupuesto del año 2016, votada por la mayoría kirchnerista en el año 2015, se autorizó al Poder Ejecutivo a emitir deuda nueva por 23.400 millones de dólares, lo que fue prontamente utilizado por el gobierno de Mauricio Macri.
Después cuando en marzo del 2016, el gobierno de Macri presentó el proyecto para pagar a los buitres, la mayoría de ambas Cámaras votó favorablemente un endeudamiento por 16.000 millones de dólares, para pagar alrededor de 12.500 millones. En ese mismo año se votó el presupuesto 2017, autorizando un endeudamiento por 34.500 millones de dólares. En el presupuesto 2018, se le autorizó a Macri a un nuevo endeudamiento por 46.500 millones de dólares.
En el presupuesto 2019 se le autorizó al gobierno un nuevo endeudamiento por 26.700 millones de dólares, más 20.000 millones en letras del Tesoro a cancelar ese mismo año, y si no se podía efectuar dicha cancelación, pasaban a integrar el endeudamiento del Estado Central.
Resultado final, que la deuda a diciembre de 2019 era de 323.177 millones de dólares, incluida la deuda del FMI, estando la mitad en moneda extranjera.
Algunas aclaraciones:
1.- la deuda total era en julio de 2019 era de 341.958 millones de dólares, y bajó a diciembre, debido a que con el aumento del dólar, la deuda en pesos, que mayormente tenían instituciones del Estado como el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Anses, se licuó de manera apreciable, al tener títulos en pesos, que se desvalorizaron en su equivalente en dólares. Perjuicio para el Anses.
2.- Todas esas emisiones de deuda fueron aprobadas por la dirigencia política con representación parlamentaria, debiendo advertir que el macrismo nunca tuvo mayoría en ninguna de la Cámaras, por lo cual no es deuda solo de Macri sino de todos los que la autorizaron.
3.- El bono a 100 años, por 2750 millones de dólares estaba incluido en esas autorizaciones, lo que no estaba autorizado era el plazo a 100 años.
4.- El préstamo acordado con el FMI, cumpliendo todas las estipulaciones legales, aunque los ignorantes digan lo contrario, también tuvo autorización parlamentaria. Porqué? Debido a que la Ley 24.156, en su art. 60 estableció que no resultaba necesaria la aprobación por el Congreso. Ese articulado cuya derogación fue parte de varios proyectos que presenté nunca quiso ser tratado, ni siquiera acompañado en su presentación por ningún legislador de la oposición hasta el año 2019. Y esa ley, que los que no saben dicen que no está vigente, fue modificada varias veces, y ratificada parlamentariamente hasta el año 2019.
5.- El endeudamiento autorizado fue a los efectos de cubrir el deficit fiscal.
Esto son los datos y las evidencias, Cada uno podrá interpretarlas como le parezca, pero de ahí a responsabilizar solo al gobierno anterior, existe una distancia sideral. Los que autorizaron esa deuda no pueden hacerse los distraídos, y deben hacerse cargo de lo que votaron