El militante de José Luis Espert en Pinamar, Alejandro Oliveros, se convirtió en los últimos tiempos en la voz disidente a la gestión de Martín Yeza. Los vecinos ven en él ven a alguien que "los escucha y se preocupa" por ellos. Su figura crece tanto que sus canales en redes sociales no paran de sumar seguidores y todos buscan escuchar sus clásicas denuncias e investigaciones. La ciudad debe convivir con una ola delictiva nunca antes vista; o mujeres que se sienten amenazadas por el sólo hecho de andar por la calle; o con un hospital que carece de todos los recursos a pesar de contar con un presupuesto municipal de 2.000 millones de pesos; desvíos de fondos para la obra pública ($45M destinados a la construcción de consultorios), creación de empresas (amigos del poder), con el sólo fin de facturar al municipio.
Ante una población cada vez más indignada y verdaderamente molesta, el Intendente Yeza habría operado a través de su medio oficialista con el pseudoperiodista Diego Uribe para intentar cortarle las alas a un rival que comienza a construir una sólida oposición a su poder. Por medio de una denuncia poco sólida, sin fundamento, carente de veracidad y archivada por el Fiscal de la UFID 5 de Pinamar, Eduardo Elizarraga, intenta sembrar mentiras e ir por la honorabilidad de Oliveros.
En su momento, el Fiscal ni siquiera citó a declarar a Oliveros, ya que a los ojos de cualquiera era una visible maniobra para perjudicar su imagen.
Fue tan burdo y evidente que quisieron reflotar esta denuncia para lograr el desprestigio de Oliveros, cuando el Secretario de Seguridad, ex Concejal de Cambiemos, Lucas Ventoso, se presentó en el programa radial de Uribe.
Muy lejos de la repercusión que esperaban, la maniobra tuvo un efecto boomerang, y la comunidad repudió la habitual operatoria de Uribe.
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Alcanza con hacer un poco de historia para rememorar que Pinamar está acostumbrada a este tipo de operetas. En junio de 2018, el medio PinamarInfo, publicó una nota con el título "La culpa es del chancho bocón y quien le da de comer" La columna cuenta la forma de comunicar de este personaje y describe: desde Altieri a esta parte, pasando por De Vito, Muriale, Elizalde y ahora Yeza, los intendentes negociaron con la mentira, la perversión, el chantaje y la mugre que representa Diego Andrés Uribe".
Pero esta no la única que deja al descubierto sus maniobras que terminan con pauta oficial del estado de turno. Otras de las denuncias que se habrían presentado contra Uribe," llamativamente", fue hecha por el mismo Lucas Ventoso, en diciembre de 2015, cuando en ese entonces, no "eran amigos".
El concejal Ventoso denuncia al comunicador Diego Uribe de extorsionar a un conocido publicista por la colocación de las antenas 4G a cambio de $175.000. Pareciera ser que el debilitamiento del huérfano Intendente PRO, se evidencia con manotazos de ahogados y maniobras que pertenecen a la vieja política ante nuevos aires que se avecinan. Este pseudoperiodista de muy poca ética y moral no sólo se dedicaría a difamar a los candidatos, sino también recibir importantes sumas de dinero por la "pauta oficial", además de favorecer a su pareja Ana Paula Sánchez legajo 00002930, que logró acomodarse como empleada en la Jefatura de Gabinete.
La historia deja en evidencia que Oliveros está poniendo nervioso al poder de turno en Pinamar y que Uribe es el brazo armado para intentar detenerlo, a cualquier precio y con las mentiras que sean necesarias. El candidato de Espert no va a cesar en sus denuncias y seguirá velando por lo que los vecinos de Pinamar se merecen: una ciudad donde todos se sientan representados.