Las protestas masivas contra la violencia policíaca que desde hace tres semanas se llevan a cabo en Estados Unidos dieron un giro inesperado en la ciudad de Seattle, estado de Washington, en el extremo más desarrollado de la costa Oeste. Se trata de una de las metrópolis más cosmopolitas y acaudaladas gracias al boom tecnológico que ha experimentado en la última década. También es una de las ciudades más blancas de Estados Unidos. La población afroamericana apenas llega al 7%, mientras que los asiáticos representan el doble, por ejemplo.
El lunes la alcaldesa Jenny Durkan ordenó a la policía metropolitana retirar las barricadas del Precinto Este, la base policíaca en el centro de la ciudad. El edificio quedó protegido con tablones, como si un huracán estuviera por arribar a la ciudad. Durkan explicó que, luego de los choques violentos entre manifestantes y policías y miembros de la Guardia Nacional el domingo, le quedó claro que ese edificio se había convertido en un punto de choque. "Las cosas tenían que desescalar", explicó en un comunicado.
Las fuerzas del orden fueron retiradas y los manifestantes declararon el perímetro de varias cuadras como "zona autónoma" de la presencia policial. El nombre de "Capitol Hill Autonomous Zone" comenzó a popularizarse. Aclaró además que ella no ordenó retirar a las policías, sino simplemente las barricadas. La decisión final fue de la jefa de la policía Carmen Best.
Donald Trump, quien ha intentado ligar a los manifestantes más violentos con políticos demócratas, rápidamente acusó a la alcaldesa y al gobernador del estado de Washington Jay Inslee de estar siendo manipulados por grupos anarquistas.
El gobernador de izquierda radical Jay Inslee y la alcaldesa de Seattle están siendo provocados y manipulados a niveles que nuestra gran nación nunca había visto. Recuperen su ciudad AHORA. Si no lo hacen, yo lo haré.
"El gobernador de izquierda radical Jay Inslee y la alcaldesa de Seattle están siendo provocados y manipulados a niveles que nuestra gran nación nunca había visto", dijo en Twitter el presidente. "Recuperen su ciudad AHORA. Si no lo hacen, yo lo haré", advirtió. "Esto no es un juego. Esto horrendos anarquistas deben ser detenidos INMEDIATAMENTE. ¡MUÉVANSE PRONTO!".
Durkan respondió que Trump no entiende lo que está ocurriendo "en cinco manzanas de nuestra ciudad. Cal Anderson y Capitol Hill ha sido por décadas un lugar para la libertad de expresión, la comunidad, y la autoexpresión".
Sin embargo, la jefa de la policía no parece estar del todo de acuerdo con su jefa. Best dijo que la orden de las autoridades metropolitanas era "un insulto" para la policía y se trataba de "ceder a la presión pública".
En entrevista con Good Morning America, Best dijo que la situación estaba comprometiendo los tiempos de respuesta de la policía a otras emergencias en la zona. "Estoy muy enojada con la situación que tenemos y a estas alturas sólo queremos que se resuelva", sostuvo.
Durkam ayer insistió en que los manifestantes eran patriotas por defender y demandar mejores condiciones, así como por ejercer su derecho a la libre expresión, pero por lo menos un miembro de la asamblea local acusó a alcaldesa de ser la culpable de que la situación escalara.
"Esta violencia contra el movimiento de protesta pacífico en Capitol Hill fue llevado a cabo por la alcaldesa Jenny Durkan, y por eso no sorprende que decenas de miles de personas en Seattle están pidiendo su renuncia", dijo el asambleísta Kshama Sawant, representante del distrito céntrico de la ciudad donde la zona autónoma fue declarada.
LPO