Hace pocos días, quedó al descubierto las maniobras que la Agencia Federal de Inteligencia había practicado durante el macrismo, con una lista de 80 personas espiadas. Esto incluía dirigentes opositores, pero también gente del riñón del ex presidente de la Nación; además de periodistas y empresarios.
La denuncia fue presentada en la Justicia y tanto Mauricio Macri, como su amigo y ex titular de la AFI, Gustavo Arribas, fueron imputados por este delito. Sin embargo, cuando todos creían que esto no tenía más derivaciones, hay pruebas para pensar que sí, y justamente la nueva protagonista involuntaria de las escuchas macristas sería nada menos que Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, la lista no termina ahí y también estarían Eduardo Duhalde, Florencia Kirchner, y lo que más sorprende son los nombres de Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y hasta Horacio Rodríguez Larreta, tres integrantes de la mesa chica de Juntos por el Cambio.
LEER MÁS No se salvó nadie: la lista completa de los espiados en el Gobierno de Macri
Según una nota publicada por el Diario Página 12, una nueva investigación por maniobras de espionaje ilegal durante el macrismo podría convertirse en un verdadero escándalo. El juez Federal número 1 de Lomas de Zamora, Federico Villena, tiene en su poder una pesquisa sobre presuntos seguimientos a dirigentes, organizaciones y personalidades de casi todos los ámbitos de primerísima línea, incluyendo -según se cree- a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Todo indica que se estaría ante una posible organización criminal, enquistada dentro del propio Estado Nacional. La punta del ovillo fue un narco que habría sido reclutado por la AFI para atentar contra un ex funcionario en el año 2018.
La historia comenzó con un anónimo recibido en el juzgado de Villena el 11 de diciembre de 2018, sobre un caso de narcotráfico. Allí se mencionaba a Sergio Rodríguez, alias "Verdura" o "Tomate", como uno de los hombres fuertes de una banda dedicada a la venta de drogas en Almirante Brown y Monte Grande. A partir de la investigación, la Justicia pudo determinar que se trataba del líder de una importante organización. Hubo varios operativos y allanamientos y varios de los integrantes fueron detenidos, la banda quedó desbaratada pero "Verdura" logró mantenerse prófugo y evitar su detención con escenas verdaderamente cinematográficas. Tres veces se escapó de procedimientos realizados para detenerlo. La primera fue en su casa de Monte Grande, cuando escapó por los techos del fondo. Luego, fue sorprendido en una camioneta 4x4 y huyó por caminos de tierra dejando detrás al personal policial. Y la tercera vez evadió un procedimiento con participación de fuerzas especiales de policía federal. Verdura escapó a los tiros por un salvoconducto que --luego se comprobó-- tenía preparado y ensayado, ya que su vivienda estaba ubicada en una calle sin salida, pero con un pasadizo de escape hacia otra manzana del barrio.
LEER MÁS Urgente: Macri y Arribas fueron imputados por el espionaje ilegal
Finalmente, acorralado y con casi toda su familia detenida, Rodríguez decidió entregarse el 20 de febrero de este año. Pero de la investigación, surgió que el hombre estaba inmerso en el mundo del delito, mucho más allá de la venta de estupefacientes. Según se logró determinar, hasta estaba planificando un potencial atentado contra el propio juez Villena. En su poder tenía cinco fotografías del magistrado que había ordenado detenerlo.
¿LOS DETALLES DEL ESPIONAJE?
Con el objetivo de conseguir un beneficio procesal, en su declaración indagatoria prendió el ventilador y la Justicia se encontró con una historia que iba mucho más allá de una banda de narcotraficantes. Entre la información que aportó, dijo que había conocido a un abogado que mantenía relaciones con "barras" de Independiente. Así fue como Rodríguez describió el lugar donde se encontraba un estudio jurídico, narró las características físicas de un abogado, aportó su nombre y reconoció su foto.
Según relató "Verdura", el letrado (identificado como Facundo Melo) le habría manifestado que pertenecía a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y le prometió que la AFI podía darle protección, e incluso le conseguiría una credencial para que pudiera manejarse "con libertad". A cambio, Melo le pidió que lleve un "paquete" y lo "deje en un lugar". Así fue como -siempre según su versión- lo llevó a bordo de un Peugeot 207 blanco hasta un edificio de la avenida Callao, donde dejó una caja que contenía explosivos. El objetivo, declaró Rodríguez, era "darle un susto a alguien". Ese "alguien" era José Luís Vila, funcionario en ese momento del Ministerio de Defensa. La División Explosivos de la Policía Federal encontró el artefacto explosivo en Callao al 1219, compuesto de una libra de trotyl, con cables y un celular. Todo estaba adentro de una caja con un papel escrito con recortes de diarios que decía "José Luis Vila ladrón".
A partir del relato de "Verdura", el juez ordenó el seguimiento del abogado y logró determinar que efectivamente formaba parte de la AFI a cargo de Gustavo Arribas y que tenía relación con barras bravas de diferentes clubes de fútbol. El juzgado secuestró el celular del agente sospechado, cuyo contenido se convirtió en una caja de pandora. Según detallaron fuentes de la investigación, surgieron conversaciones con otras personas donde daban cuenta de haber practicado tareas de espionaje interno a distintas personas y organizaciones, todas de altísimo nivel. Políticos, dirigentes de todo tipo, sindicalistas, famosos y funcionarios en actividad. Jueces, periodistas, miembros del culto católico, referentes de organizaciones sociales, empresarios, diputados nacionales y provinciales, intendentes, gobernadores y hasta expresidentes de la nación.
Según la pesquisa, todo indicaría que se estaría ante una posible organización criminal, enquistada dentro del propio Estado Nacional, dedicada a la realización de actos de espionaje interno sin mediar ninguna orden judicial, lo que está expresamente prohibido por la ley.
También, en la pesquisa sobre el teléfono del abogado de la AFI se descubrió un documento nombrado como "sustooo.doc", que contenía una descripción del hecho con el artefacto explosivo que había mencionado "Verdura" en su declaración, lo que probaría la versión de los hechos aportada por "Verdura".