Parece increíble o producto de un odio que no debería tener lugar en tiempos donde falta la comida y sobra la pobreza, la crisis social y el trabajo. Cañuelas tomó estado público en las últimas horas, luego de un aberrante hecho ocurrido en un campo de ese partido bonaerense. Todo ocurrió en el Km. 72,500 de la Ruta 205. Allí, un chico de apenas 16 años, murió luego de ser atropellado deliberadamente por el dueño del lugar.
Alex Juan Campos salió con sus hermanos mayores y con sus perros a cazar liebres para comer, como lo hacían habitualmente. Pero los sorprendió el dueño del campo al que habían ingresado y lo asesinó. Los tres jóvenes habían entrado a una propiedad, cerca del paraje El Taladro, cuando de lejos vieron acercarse una camioneta 4x4 negra. Creyeron que el estanciero se iba a detener para advertirles que se fueran, pero nunca frenó su marcha. En lugar de eso, según la acusación, aceleró y fue directo contra ellos.
Los dos hermanos de Alex alcanzaron a correrse del camino pero él "tropezó con el perro y cayó al piso, y la camioneta lo pasó por encima", contó Soledad, otra hermana de la víctima, a InfoCañuelas. Fue entonces que el conductor, lejos de alarmarse por la situación, los increpó: "Les dijo que agarraran el cuerpo y se vayan".
"Cuando estábamos en el piso llorando a mi hermano, nos miraba como si nada. Y a mi tía le dijo que eso había pasado por querer robar, pero eso es mentira, no tenían armas ni cuchillo ni nada. No había nada para robarse en ese campo, que es todo pasto", remarcó la joven. Más tarde, los investigadores confirmaron al mismo portal que los intrusos efectivamente estaban desarmados y que sólo tenían perros galgos, que permanecieron junto al cuerpo de la víctima hasta que se lo llevaron.
El propietario del campo fue identificado como Rodolfo Sánchez, un productor agropecuario de 67 años que ahora se encuentra detenido por el delito de "homicidio simple", según la investigación que lleva adelante la Fiscalía 2 de Cañuelas, a cargo de Norma Pippo.
En un fragmento de video se aprecia, a varios metros, una antigua vivienda o puesto. "Esa casa estaba totalmente enrejada y adentro no había nada que se pudieran llevar", agregó Johana, tía de la víctima, reforzando la idea de que los jóvenes entraron al campo para cazar, no para robar.