Explotó un escándalo tremendo en Brasil. El Supremo Tribunal Federal de ese país liberó un video en el que se registra una reunión de gabinete, realizada el 22 de abril de este año, con el objetivo de determinar si el presidente Jair Bolsonaro obstruyó la Justicia.
En medio de la pandemia por coronavirus, Bolsonaro sostuvo en esa reunión que "hay que armar a la población para que no haya una dictadura. El pueblo armado jamás será esclavizado, es la garantía para que un hijo de puta no imponga una dictadura".
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Así se refirió Bolsonaro en un tramo de la reunión, al criticar las cuarentenas, y también a sus críticos y opositores.
En tanto, desde el gobierno brasileño se acusó al Supremo Tribunal Federal y a la Procuraduría General de amenazar la "estabilidad" del país.
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¿Por qué? ¿En qué se basa el Gobierno de Bolsonaro? Es que la Justicia podría confiscar el teléfono celular del presidente y su hijo Carlos Bolsonaro en una investigación sobre obstrucción de la justicia.
De esta manera, el general Augusto Heleno, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, cruzó amenazantemente al juez Celso de Mello, del Supremo Tribunal Federal, y al fiscal general, Augusto Aras.
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"El Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia de la República alerta a las autoridades constituidas que tal actitud es un intento evidente de comprometer la armonía entre los poderes y podrá tener consecuencias imprevisibles para la estabilidad nacional", amenazó el general retirado en un comunicado oficial.
Este mensaje se dio en el marco de esa causa originada por las denuncias del ex ministro de Justicia Sérgio Moro.
"Confiscar el celular del presidente es inconcebible y hasta cierto punto increíble. En caso de que ocurra, sería una afrenta a la autoridad máxima del Poder Ejecutivo y una interferencia inadmisible de otro poder en la privacidad presidencial y en la seguridad del país", dijo Heleno.