Hace algunas semanas, América miraba Europa con horror y dolor por los cientos de miles de casos de covid-19. Cuando el virus comenzó a crecer en Estados Unidos, la señal de alarma se encendió y un par de días después, el peligro superó al Viejo continente. Europa era desde mediados del mes de febrero el "epicentro" de la epidemia, en palabras del propio director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pero el mayor número de casos diarios en las últimas semanas, con países como EEUU, Brasil, México, Perú o Canadá especialmente afectados, ha provocado que América la superara.
En concreto, y según las cifras de las redes sanitarias nacionales, ligeramente superiores a las de la OMS, EEUU es el país del mundo con más infecciones (1,3 millones), Brasil el octavo (169.000 casos) y Canadá el decimotercero (casi 70.000 contagios, una cifra a la que también se aproxima Perú). Pese al mayor número de contagios, los fallecidos por COVID-19 en el continente americano, que el lunes superaron la barrera de los 100.000, son significativamente menos que los cerca de 160.000 registrados en el continente europeo.
EEUU ha confirmado más de 80.000 fallecidos, Brasil 11.000 y se registraron casi 5.000 en Canadá, destacando también la cifra de más de 3.500 muertes en México. Pese a las cifras, varios países americanos están ya elaborando planes de relajación de los confinamientos y otras medidas tomadas con anterioridad para frenar la expansión del nuevo coronavirus.
EEUU apunta a China
Estados Unidos sigue alimentando la hipótesis de la responsabilidad de China en presuntamente "ocultar" información sobre la "gravedad" del COVID-19, mientras no ha podido frenar el avance del coronavirus, que ya supera los 1,3 millones de casos en todo el país.
Este lunes, una coalición de 18 fiscales estatales, identificados como del Partido Republicano, el mismo del presidente estadounidense, Donald Trump, pidió al Congreso investigar al Gobierno chino por el manejo de la enfermedad.
"Informes recientes sugieren que el Gobierno comunista chino ocultó a propósito y con conocimiento información sobre la gravedad del virus, al tiempo que almacenaba equipos de protección personal", reza una carta enviada por los fiscales a líderes del Congreso, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell.
La misiva respaldó la tesis esgrimida por el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien afirmó durante una reciente entrevista con la cadena de televisión ABC News que el Gobierno de Estados Unidos tiene una "enorme cantidad de pruebas" de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, algo que Pekín niega.
Los fiscales, cuya acción se suma a una demanda presentada el pasado 21 de abril por Missouri contra el Gobierno de China, el Partido Comunista Chino y funcionarios e instituciones de ese país, piden responsabilizar a China "por la devastación y destrucción causadas por el COVID-19".