Con el uso de barbijos de manera obligatoria y fuertes operativos de control y circulación, el Gobierno nacional habilitará desde el próximo lunes la reanudación de "algunas" actividades productivas. Esta nueva "flexibilización" responde a los pedidos de algunas provincias, en el marco de una "cuarentena administrada".
Esta nueva etapa del aislamiento social, preventivo y obligatorio, un poco más flexible, está avalada por epidemiólogos, expertos y las autoridades sanitarias, lo que marca la llegada de la "tercera fase" de la cuarentena, que se cumple en todo el país desde el 13 de marzo, para combatir el avance de la pandemia del coronavirus.
En ese contexto, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, recibió este viernes una propuesta del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para articular la activación de la actividad económica en ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires.
La propuesta de Kicillof incluye como posibilidad "la reanudación de la construcción privada, de la actividad de determinados oficios y profesionales independientes y el delivery para todos los comercios", pero "sin la apertura de locales", adelantaron voceros oficiales.
En cambio, en las comunas más densamente pobladas del conurbano no sólo se mantendrá la cuarentena sino que se endurecerán los controles para evitar contagios, remarcaron voceros de la gobernación.
La del Gobierno bonaerense se suma a otras iniciativas que las provincias enviaron para su análisis a la Jefatura de Gabinete Nacional y que, como requisitos, contemplan que se apliquen "controles sanitarios" y de funcionamiento específico para cada apertura comercial que se proponga.
Todas esas propuestas están atadas a la aprobación del Ministro de Salud, que conduce Ginés González García, luego de un exhaustivo análisis realizado por los responsables de otras carteras del Gobierno.
Las especificaciones para cada distrito del país serán conocidas formalmente entre hoy y mañana, según anticipó anoche Cafiero, quien esta tarde mantenía una reunión con el presidente Alberto Fernández para terminar de definir cómo será la tercera fase del aislamiento social obligatorio.
La idea es dejar conformado un "mapa inteligente", que detecta "zonas donde no hay circulación viral", donde no hubo casos de coronavirus o, por el contrario, que registren promedios de contagio superiores al actual, explicó el jefe de Gabinete.
Cafiero dejó en claro que para el Gobierno es "clave el respaldo federal" para evitar el avance del coronavirus en el país y mantener el control de los contagios que, gracias a la cuarentena, pasó de duplicarse cada tres días inicialmente a hacerlo cada 14 días, como ocurre actualmente.
"Hay realidades distintas y las estamos atendiendo", expresó y diferenció, por ejemplo, "zonas que están muy abarrotadas, como el conurbano", con una "complejidad distinta a otras más alejadas, incluso dentro de la provincia de Buenos Aires".
Con todo, la apertura para ciertas actividades será monitoreada diariamente mientras dure la pandemia y "podría ser revertida" en cualquier momento, "en función de la evolución de la situación epidemiológica".
Cafiero resaltó la importancia de trabajar sobre "una ética del cuidado, independientemente de si se levanta o se reanuda una actividad o zona fabril", que tenga en foco "fuertemente" a los "grupos vulnerables" y que se sostenga "entre todos".
"Lo primero que tenemos que cuidar nosotros es la salud; al virus lo hemos vencido poco a poco con el cumplimiento de la cuarentena" y con los protocolos de distanciamiento social que se mantendrán "un tiempo más" y se convertirán en "parte de la conducta" habitual de los argentinos.