Las compras con sobreprecios en Desarrollo Social levantaron un revuelo muy grande en el gobierno y sobre todo en la opinión pública. Sin que la sangre llegue al río, el presidente intentó rápidamente de desactivar la bomba: citó de urgencia al Ministro Daniel Arroyo a Olivos, le marcó la cancha y sacó de la escena a uno de los hombres de mayor confianza de Arroyo, Gonzalo Calvo, uno de los encargados de conceder esas millonarias licitaciones de alimentos para repartir en medio de la pandemia del coronavirus. La purga no terminó allí y a otros 14 colaboradores de Calvo también les mostraron la puerta de salida.
Sin embargo, el presidente hoy fue más allá y lanzó un par de dardos públicos, para dejar en claro su postura. Alberto Fernández afirmó que necesita "gente que trabaje y no pícaros, gente que no se equivoque" y señaló que, por ese motivo, tras lo ocurrido con algunos alimentos para el abastecimiento de alimentos a comedores, acordó con Arroyo "ser muy cuidadosos sobre a quién poner al frente del área para que no vuelve a repetirse".
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"No vamos a tolerar ningún tipo de conducta poco transparente", insistió en señalar el mandatario en declaraciones formuladas esta mañana a Canal 13. El Jefe de Estado agregó que "nadie se para frente al Estado" y sostuvo que, cuando habla de reformularlo, habla de "hacer un Estado honesto, inteligente e idóneo".
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En ese marco, el Presidente confirmó que resolvió que "se cambie todo el área de compras" del Ministerio de Desarrollo Social, que esta semana realizó una compra de alimentos para comedores que incluía dos ìtems -aceite y azúcar- con precios por encima de los máximos oficiales, y reafirmó que "no" va a "tolerar ningún tipo de conducta poco transparente" e insistió con llevar tranquilidad de que esos artículos no llegaron a pagarse.