Mauricio Macri reapareció en la escena política y ya se mostró un par de veces en público, después de unas largas vacaciones tras haber dejado el poder. El líder de Cambiemos se reunió la semana pasada con algunos intendentes de su color y desde allí planea relanzar su carrera, sin todavía dejar en claro cuál será su rol.
El líder de Cambiemos fue invitado por el ceremonial de la Casa Rosada a la apertura de la Asamblea Legislativa pero pegó el faltazo porque fue invitado a disertar hoy en Guatemala, en lo que será su primer discurso público después de la derrota en las elecciones.
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Al enterarse de esta visita, los liberales pusieron el grito en el cielo y quisieron despegar a Macri de sus ideas, ligándolo más a las plataformas que pusieron en práctica José Alfredo Martínez de Hoz o Carlos Menem.
CUMBRE DE PESOS PESADOS
Macri participará de un evento realizado por la Fundación Libertad y Desarrollo, donde están invitados 30 ex mandatarios y personalidades internacionales de Iberoamérica, entre los que se encuentran el norteamericano George W. Bush, el español José María Aznar, el mexicano Felipe Calderón, el colombiano Andrés Pastrana, el costarricense José María Figueres, el uruguayo Luis Alberto Lacalle y el chileno Ricardo Lagos, además del actual secretario general de la OEA, Luis Almagro, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, y el chairman del G50, Moisés Naím.
El responsable de la invitación a Macri es Gerardo Bongiovani, presidente de la argentina Fundación Libertad, con sede central en Rosario. Amigo personal de Mario Vargas Llosa, quien a su vez dirige la Fundación Internacional para la Libertad, Bongiovani está convencido de que la experiencia de Cambiemos "el PRO, sobre todo, tiene que hacer un buen diagnóstico para ver por qué salió mal lo que salió mal, si ellos diagnostican eso lo pueden capitalizar de cara al futuro". Como el escritor peruano, Bongiovani cree que las reformas fueron pocas y muy lentas.