Guerra entre Rusia y Ucrania: crece la tensión en el mundo
El presidente Vladimir Putin desestimó condenas y sanciones internacionales y advirtió que cualquier intento de intervención tendrá "consecuencias que nunca han visto".
Rusia inició este jueves una invasión a Ucrania con bombardeos en todo el país, y el presidente Vladimir Putin desestimó condenas y sanciones internacionales y advirtió que cualquier intento de intervención tendrá "consecuencias que nunca han visto".
El Gobierno ucraniano dijo que al menos 40 personas murieron hasta ahora en lo que calificó de "guerra a gran escala" iniciada por Rusia desde el este, norte y sur del país vecino. Medios informaron horas después de otra veintena de muertos.
La Guardia Fronteriza ucraniana dijo que fuerzas terrestres rusas habían ingresado en la región de Kiev, la capital.
En respuesta, la OTAN acordó reforzar sus fuerzas aéreas, terrestres y marítimas en el flanco este de la alianza militar liderada por Estados Unidos, cerca de las fronteras de Ucrania y Rusia.
La Guardia Fronteriza de Ucrania publicó imágenes de lo que dijo eran blindados rusos ingresando al país, y fuertes explosiones se oyeron en Kiev, en la oriental Jarkov y en las sureñas Odesa y Mariupol, informó la cadena CNN.
El Ejército ruso dijo que destruyó todas las defensas aéreas de Ucrania en cuestión de horas, ucranianos fueron vistos huyendo de algunas ciudades y autoridades europeas declararon el espacio aéreo de Ucrania zona de conflicto activo.
La OTAN acordó reforzar sus fuerzas aéreas, terrestres y marítimas
Líderes mundiales deploraron el inicio de una invasión que venían anticipando hace semanas y que presagia amplias repercusiones globales.
El ataque ruso podría causar enorme cantidad de víctimas, derribar el Gobierno prooccidental ucraniano y alterar radicalmente el balance de seguridad y geopolítico europeo posterior a la Guerra Fría entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética.
Gobiernos de todo el mundo preparaban más sanciones contra Rusia luego de semanas de infructuosos esfuerzos diplomáticos, aunque las potencias han afirmado que no intervendrán militarmente para defender a Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cortó las relaciones diplomáticas con Rusia y declaró la ley marcial, afirmando que Moscú había atacado infraestructura militar nacional.
El Gobierno urgió a los habitantes a permanecer en sus casas y a no entrar en pánico, pero luego Zelenski, en una publicación de Facebook, llamó a la gente a salir a las calles y protestar contra la ofensiva.
Un asesor de Zelenski, el consejero Oleksii Arestovich, dijo a la prensa que unas 40 personas habían muerto en los ataques rusos y varias decenas habían resultado heridas. No especificó si entre las víctimas había civiles.
Horas más tarde, la agencia de noticias AFP, citando a autoridades, reportó 18 muertos en un bombardeo ruso cerca de Odesa.
"Las fuerzas ucranianas llevan a cabo encarnizados combates. El enemigo ha sufrido pérdidas importantes que serán aún más importantes", dijo Zelenski a periodistas, antes de su mensaje por Facebook.
El Ejército ucraniano aseguró haber matado a 50 ocupantes rusos, y abatido cinco aviones y un helicóptero en el este del país.
En un discurso televisado en horas de la madrugada, Putin justificó el ataque como una forma de proteger a los habitantes civiles de dos regiones separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania cuya independencia reconoció esta semana.
Acusó a Estados Unidos y sus aliados de haber rechazado exigencias rusas de que Ucrania no ingrese a OTAN y otras garantías de seguridad.
Agregó que su intención no era ocupar Ucrania sino "desmilitarizar" y "desnazificar" el país y llevar ante la Justicia a responsables de crímenes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó a Zelenski para expresarle su "apoyo" y, en un comunicado escrito, condenó "el ataque no provocado e injstificado por parte de las fuerzas militares rusas" y aseguró que "el mundo hará responsable a Rusia".
Las autoridades ucranianas cerraron el espacio aéreo a la aviación civil por motivos de seguridad.
Los ataques comenzaron primero desde el aire, pero luego la Guardia Fronteriza difundió imágenes en las que se veía una larga fila de blindados rusos cruzando a Ucrania desde la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.
Arestovich, el asesor de la Presidencia ucraniana, dijo que las tropas rusas se habían adentrado unos 5 kilómetros en territorio ucraniano en las regiones de Jarkov y Chernigov, en el norte de Ucrania.
La Guardia Fronteriza dijo más tarde que fuerzas terrestres habían irrumpido en la región de Kiev.
Las sirenas de aviso de bombardeos se activaron en la capital, en Odesa y en Leópolis (Lviv), donde Estados Unidos y otros países habían desplazado sus embajadas.
El Ejército ruso aseguró que estaba atacando instalaciones militares ucranianas con "armas de alta precisión", reivindicando que habían destruido los sistemas de defensa antiaérea y haber dejado "fuera de servicio" las bases aéreas de Ucrania.
"Quien sea que trate de obstruirnos, y ni que hablar que cree amenazas contra nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta rusa será inmediata y provocará consecuencias que nunca han visto en la historia", dijo.
"Nadie debería dudar de que un ataque directo a nuestro país acarreará la destrucción y horribles consecuencias para cualquier potencial agresor", agregó.
También hay previstas reuniones de emergencia de los dirigentes de la Unión Europea y de la OTAN.