India lanzó hoy la campaña de vacunación contra la Covid-19 más grande del mundo, mientras la pandemia, motorizada por nuevas mutaciones del virus, provoca una emergencia sanitaria en la ciudad brasileña de Manaos y acerca al colapso hospitalario a varios países de una Europa confinada y que afronta un inesperado retraso en la provisión de vacunas.
El segundo país más poblado del mundo espera vacunar a 300 millones de los 1.300 millones de habitantes para julio, un número casi similar al de toda la población estadounidense.
Los trabajadores sanitarios, los mayores de 50 años y las personas consideradas de alto riesgo son los grupos prioritarios para recibir dos vacunas aprobadas, aunque una de ellas todavía no completó los ensayos clínicos.
Solo en el primer día, el plan era inyectar la primera de las dos dosis a 300.000 personas, aunque fueron inmunizadas poco menos de 200.000, según datos del Ministerio de Salud que reprodujo el portal Times of India, citado por Télam.
Para el personal de la salud que trabajó a destajo para mantener a flote el sistema durante la pandemia, la vacuna ofrece una muy necesitada dosis de confianza en que la vida puede volver a cierta normalidad.
"He visto a gente morir. Ahora tenemos una luz de esperanza", explicó a la agencia de noticias AFP Santa Roy, empleado en un hospital de Calcuta, al resumir la ilusión que genera el comienzo de la campaña.
Una de las vacunas que se administra es la Covaxin, del gigante indio Bharat Biotech, que fue aprobada sin haber concluido los ensayos humanos de tercera fase y pese a la muerte de un participante en las pruebas.
La otra es Covishield, una versión de la que desarrollaron la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford que se fabrica en el Serum Institute de India, el mayor fabricante de vacunas del mundo.
Oficialmente, más de 10,5 millones de personas dieron positivo de coronavirus en India y más de 150.000 murieron.
A nivel mundial, la cantidad de fallecidos sobrepasó ayer la marca de 2 millones, con una aceleración de la curva en Europa que afronta un retraso de la llegada de las vacunas de Pfizer y BioNTech.
Ante las críticas, estos laboratorios anunciaron un "plan" que permitirá limitar a una semana el retraso en la entrega del fármaco, cuando se temía un plazo mayor, de "tres a cuatro semanas".
La situación es apremiante en países del continente como Portugal, que informó hoy el peor balance diario de casos y decesos desde el inicio de la pandemia, al registrar en las últimas 24 horas casi 11.000 nuevos contagios y otros 166 fallecidos.
Es más: nunca hubo tantos pacientes ingresados con Covid-19 en hospitales (4.653) o en unidades de cuidados intensivos (638), según el balance oficial recogido por el diario Publico.
Cerca de allí, en España, el Gobierno descartó hoy decretar un nuevo confinamiento general para luchar contra la tercera ola de casos pero podría permitir a las regiones adelantar su toque de queda.
A pesar de haber superado la semana pasada la cifra simbólica de 2 millones de positivos confirmados y un rebrote en varias regiones, las autoridades nacionales anticiparon que no impondrán un nueva cuarentena dura, una estrategia que contrasta con países como el Reino Unido, que volvió a confinar a su población.
También con la de Francia, que hoy superó la barrera de 70.000 muertos durante la pandemia, justo el día en que empezó a regir un toque de queda nocturno a partir de las 18 y que se mantendrá durante al menos 15 días para contener el repunte de contagios.
Alemania, por su parte, logró vacunar ya a más de un millón de personas con la primera dosis contra el coronavirus, según informó hoy el Instituto Robert Koch (RKI), mientras el total de contagiados superó hoy los 2 millones y las muertes registradas saltó el umbral de los 45 mil.
En América Latina, gran parte de las miradas están puestas en la región brasileña de Amazonas, que vive una situación epidemiológica peor que durante la primera ola de la pandemia y puede provocar la implosión del sistema sanitario, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En esa región apareció una mutación del coronavirus, la tercera detectada oficialmente hasta ahora en el mundo, tras la británica y la sudafricana.
El crecimiento de contagios generó una escasez de oxígeno hospitalario en varios centros de salud públicos de la ciudad de Manaos, y no pocos profesionales del sector expresaron su angustia porque trabajan en establecimientos cada vez más abarrotados de pacientes, consignó la agencia de noticias Sputnik.
Ante esa situación y las denuncias de inacción del Gobierno brasileño, fue Venezuela el que envió camiones con oxígeno y anunció la llegada a la zona de un centenar de médicos de ambos países egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Caracas.