El estado de California se convirtió en el epicentro de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, con más de 24.000 muertes, por lo que varias funerarias comenzaron a reportar faltantes de ataúdes e incluso de espacio para almacenar la enorme cantidad de fallecidos.
La semana pasada, California se convirtió en el primer estado que reporta más de 2 millones de casos totales de Covid desde el inicio de la pandemia y al mismo tiempo se identificó el primer caso de la nueva variante de coronavirus, conocida como B.1.1.7 que se cree que es altamente contagiosa.
El promedio de muertes diarias por Covid-19 en una semana en California fue de 239 según los datos estatales actualizados hasta el 29 de diciembre. Según las proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, el estado podría superar las 70.000 muertes por el virus a principios de abril.
En tanto, las muertes por Covid-19 están aumentando a un ritmo tan alarmante que los proveedores de ataúdes de la ciudad de Los Angeles se están quedando sin madera de pino para construirlos.
"Las funerarias y los constructores de ataúdes en el sur de California se están quedando sin espacio y recursos como resultado del reciente aumento de muertes por Covid-19 en el estado", informó Newsweek.
"Estamos en crisis y la situación es desesperante", dijo Magda Maldonado, quien administra Continental Funeral Homes, que tuvo que alquilar un camión frigorífico de 15 metros para albergar los cuerpos en espera.
"La funeraria ya no tiene espacio para recibir los cadáveres. Todos trabajan siete días a la semana más horas extras. Estamos agotados", agregó la empleada.
Según Newsweek, algunas morgues de hospitales del condado de San Diego tuvieron que comenzar a enviar a los fallecidos a la oficina del médico forense para su almacenamiento después de exceder sus capacidades a principios de la última semana de diciembre.
Pero también hay otro problema y es la escasez de pinos para ataúdes: la madera que se usa para construir ataúdes es cada vez más difícil de conseguir en el sur de California, dijo un constructor de ataúdes a The Daily Beast esta semana.
"La madera es escasa, especialmente el pino, que es el más barato", dijo Auriel Suárez, propietario de Universal Caskets Manufacturing Corporation en el este de Los Angeles. "En 52 años de actividad, nunca había visto algo así", agregó.
"Es terrible lo que estas familias tienen que vivir", dijo Suárez al Daily Beast. "Los ataúdes prácticamente salen volando por la puerta tan pronto como se construyen. A veces, los ataúdes no llegan a tiempo para el funeral", agregó.
"Ninguna funeraria por aquí tiene un contenedor lo suficientemente grande para acomodar la cantidad de personas que mueren de Covid", lamentó Suárez.
Según Magda Maldonado, las funerarias locales también están sufriendo contratiempos porque los miembros del personal dan positivo, y muchos han muerto, por Covid al contagiarse de los fallecidos.
"Estamos en una crisis y la situación se está volviendo desesperada", dijo Maldonado. "Las funerarias no tienen espacio para recibir más cadáveres. Todos trabajan los siete días de la semana más horas extras. Estamos agotados".
En oleadas anteriores, como la que afectó a Los Ángeles en el verano, las funerarias locales agregaron capacidad de almacenamiento para manejar el aumento de la necesidad.
"Ahora esa capacidad adicional se está maximizando", dijo Bob Achermann, director ejecutivo de la Asociación de Directores de Funerarias de California. "Es casi una situación de triaje, en la que las funerarias están averiguando qué espacio tienen".
Estados Unidos superó este sábado el umbral de las 350 mil muertes por Covid-19, según lo muestran las estadísticas de la universidad Johns Hopkins.m Según los últimos datos, las víctimas en el país desde el inicio de la pandemia son 350.186 frente con un total de 20.427.780 contagios.
Asimismo, se registró un nuevo récord de casos de Covid-19 en el país, con más de 277.000 infecciones en un solo día. Las infecciones han aumentado en los últimos meses, y el científico Anthony Fauci advirtió unos días después de Navidad que aún podría llegar lo peor de la pandemia.