Graves incidentes en Wisconsin tras otro ataque policial a un afroamericano
Jacob Blake, de 29 años, se recupera milagrosamente en el hospital luego de recibir siete disparos por la espalda por parte de la policía. Luego, la furia de los manifestantes volvieron a dejar los abusos en el ojo de la tormenta.
Se llama Jacob Blake, tiene 29 años y se encuentra en estado muy grave, pero estable, en un hospital de Milwaukee (Wisconsin). Puede considerarse un milagro tras recibir al menos siete balazos por la espalda, cuando intentaba meterse en su coche.
Blake es negro, otro más en la lista, y les dispararon policías blancos. Sucedió en la localidad de Kenosha. Raysean White, de 22 años, pasaba por allí y grabó el incidente. Difundió las imágenes y en la ciudad de Wisconsin ardieron las protestas.
Tres meses después del gran cataclismo propiciado por la muerte bajo custodia policial de George Floyd, en Minneapolis, los conflictos raciales propiciados por los encuentros de afroamericanos con uniformados siguen provocando protestas y destrucción.
Tres meses después de la muerte de George Floyd
La ira por los disparos contra Blake provocaron las protestas en Kenosha. Se quemaron coches y rompieron cristales de edificios. También atacaron a coches patrulla y los agentes de asalto se desplegaron sobre el terreno.
La policía de Kenosha ofreció pocos detalles sobre lo ocurrido, pero aseguró que los agentes respondieron a una llamada por violencia doméstica la tarde del domingo. Varios agentes, según el comunicado oficial, se vieron envueltos en un tiroteo.
Los agentes implicados en el incidente fueron puesto en situación de suspensión de empleo y sueldo. "Hoy, Jacob Blake recibió varios disparos por la espalda, a plena luz del día. Pese a que no disponemos de todos los detalles, de lo que sí tenemos certeza es que Blakes no es la primera persona que ha recibido impactos o lo han matado de manera despiadada por agentes de la ley y el orden, en nuestro estado o en nuestro país", señaló en un comunicado el demócrata Tony Evers, gobernador de Wisconsin.
Rayshean White señaló que grabó el incidente porque escuchó a un grupo de mujeres que discutían en un apartamento al otro lado de la calle. "Entonces apareció el individuo al que dispararon. "Detuvo su camioneta, salió, lo vi caminar. Su hijo corrió hacia él. Lo cogió y lo metió dentro del vehículo", confesó el testigo a la NBC.
Según esta versión, White se volvió a asomar a su ventana y entonces observó como la policía forcejeaba con ese individuo, detrás del coche. Una agente le aplicó la pistola eléctrica a Blake. Es en ese momento en que el testigo se puso a grabar. "Le gritaban que tirara el cuchillo, pero no vi ningún arma en sus manos, ni que estuviera violento", añadió.
El vídeo muestra que Blake camina enfrente del vehículo e intenta entrar al asiento del conductor, momento en que se producen los disparos.
"Me quedé asombrado", insistió White. Al poco vio como la madre del niño, Laquisha Booker, lo sacaba a éste del vehículo. Ella declaró que tenía tres hijos con Blake y que los tres estaban en el asiento de atrás cuando los agentes dispararon a su padre. Booker afirmó que Blake iba desarmado. "No tiene sentido que trates a alguien de esta manera", lamentó.