Domingo de furia se vivió en Inglaterra en varias manifestaciones que se llevaron a cabo para repudiar el asesinato de George Floyd.
En Londres, Glasgow, Birmingham o Manchester, los manifestantes, muchos con guantes y mascarillas, desafiaron los llamamientos del Gobierno y la Policía.
Se registró que al menos 27 policías resultaron heridos durante las represiones ocurridas en Londres cuando decenas de miles de personas tomaron la calles durante la jornada de hoy.
El segundo día consecutivo de protestas contra la violencia institucional perpetrada por la brutalidad de las fuerzas de seguridad y el racismo, tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis, Estados Unidos, las calles se vieron invadidas de miles de personas.
"El racismo es un virus" fue el lema con el que una multitud se lanzó a las calles de la capital británica.
En Bristol, ciudad situada al oeste de Inglaterra, un grupo de personas, en medio de las protestas, derribó una estatua de Edward Colston, un comerciante de esclavos del siglo XVII, la que luego fue arrojada al río.
La estatua de Colston ya había sido objeto de polémica y motivó una petición ciudadana para que fuera retirada.