Otra noche de disturbios, manifestación y caos en las calles de las grandes ciudades de Estados Unidos. Pese a los toques de queda declarados en las urbes más importantes, los manifestantes volvieron a tomar las calles cuando se cumple una semana de la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano que falleció a manos de un policía blanco en Minneapolis.
En la capital, Washington DC, algunos manifestantes siguieron con sus protestas en el centro de la ciudad, pese a que las fuerzas de seguridad intentaron dispersarlos. Algunos grupos lanzaron piedras y destruyendo los escaparates de los comercios y otros fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos.
Las movilizaciones más importantes se dieron en los estados de Washington, Nueva York, Minnesota y Florida. Se produjeron al menos tres muertes durante la jornada y lejos de brindar un mensaje conciliador, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que desplegará miles de soldados para detener "los saqueos, los ataques y la destrucción gratuita de la propiedad".
La policía de Iowa informó que dos personas fueron halladas sin vida en diferentes sitios de la ciudad de Davenport en medio de incidentes que tuvieron lugar el lunes por la madrugada. Ambos casos serán investigados como homicidios. Por su parte el gobernador de Kentucky, Andy Bashear, autorizó a la policía estatal para que lleve a cabo una investigación independiente de un incidente en el que agentes de la Policía Metropolitana de Louisville y soldados de la Guardia Nacional mataron a balazos a un hombre afuera de un supermercado.
Mientras tanto, en Nueva York, al caer el sol, comenzaban los primeros saqueos en la que se supone la quinta jornada consecutiva de protestas en la ciudad por la muerte de Floyd. A las 9:00 de la noche hora local, la enorme tienda de Microsoft de la lujosa Quinta Avenida estaba siendo saqueada por jóvenes manifestantes pese a los grandes tablones de madera colocados en las puertas del establecimiento para tratar de evitar un ataque, que fueron arrancados de cuajo.
En tanto, Donald Trump propone apagar el fuego con nafta y lanzó un mensaje desafiante, no muy atinado para el momento tan crispado que vive Estados Unidos. "Estoy movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para parar los disturbios y saqueos, para parar la destrucción e incendios provocados. Y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley", señaló el Presidente desde la Casa Blanca.
En esa línea, avisó que recomendó a los gobernadores "desplegar a la Guardia Nacional para tomar las calles" para "detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad". En caso de que éstos se nieguen, adelantó: "Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias... entonces desplegaré el ejército de los Estados Unidos".