El presidente de Tanzania, John Magufuli, puso en duda la efectividad de los test utilizados para detectar el Covid-19 y generó un verdadero escándalo con la Organización Mundial de la salud. El mandatario, que sigue el modelo Trump y Bolsonaro para minimizar los efectos de la pandemia, reveló que de manera secreta mandaron al laboratorio muestras de animales, frutas y aceite de autos como si fueran de personas, y que varios dieron positivo. "Los resultados de la papaya dieron positivo, los del kware y la cabra también (...) ¿Significa eso que todas las papayas y las cabras deben ser aisladas? Alguien está haciendo un juego sucio. Aconsejo a los tanzanos que no se preocupen, la gripe siempre ha estado ahí y esto es solo un paso más", aseguró el presidente Magufuli.
Al día siguiente, su gobierno destituyó al director y al responsable de control de calidad del laboratorio, y se abrió una investigación. Tras las críticas de Magufuli, la OMS salió a defender los tests e intentar frenar este escándalo mundial. "Estamos convencidos de que las pruebas (...) no están contaminadas por el virus. No estamos de acuerdo con la opinión del mandatario John Magufuli", dijo Matshidiso Moeti, director de la OMS para África.
Las medidas del presidente de Tanzania frente a la pandemia fueron muy polémicas por la falta de medidas de distanciamiento social. Los colegios y las universidades cerraron pero los comercios, mercados, mezquitas e iglesias siguen abiertos, y los medios de transporte funcionan con normalidad. Hace unos días Magufuli sugirió el rezo y los baños de hierbas como maneras de prevenir el contagio.
Tras asegurar que las cifras en su país no eran reales y acusar de las mismas a un "sabotaje imperialista", el presidente ha ordenado que no se faciliten datos diarios para evitar que se extienda el miedo. Tanzania declaró hasta el momento 509 casos y 21 fallecidos. Al mismo tiempo, el incremento en la capacidad de hacer test en el continente africano y la expansión de la pandemia elevaron los positivos en toda África a unos 62.000, 20.000 en los últimos diez días, y más de 2.000 fallecidos.
Magufuli sabe que su gestión de la crisis del coronavirus será juzgada en las próximas elecciones presidenciales de octubre. Si los casos siguen aumentando aún está a tiempo de dar un giro a sus políticas, aunque muchos expertos creen que no tiene nada que temer. "Hay analistas que consideran que la robusta economía tanzana, impulsada por el enorme gasto del Gobierno en infraestructuras y por la exportación de minerales, ayudará a Magufuli a ganar otra vez. Además, recuerdan que el partido gobernante Chama Cha Mapinduzi nunca ha perdido", asegura en su último artículo sobre Tanzania Peter Fabricius, miembro del Instituto para Estudios de Seguridad.