El enésimo intento de derrocar por la fuerza al líder venezolano , Nicolás Maduro, acabó como casi todos los anteriores: desarticulado confusamente antes de comenzar. En este caso, varios de sus participantes no llegaron, literalmente, a poner un pie en tierra ya que fueron localizados antes de desembarcar en un puerto cercano a Caracas el pasado domingo. Ocho muertos y quince detenidos, dos de ellos exmilitares estadounidenses, aunque Donald Trump ya se desmarcó, al igual que el líder opositor venezolano, Juan Guaidó.
"No tiene nada que ver con nuestro Gobierno, pero acabo de recibir información y lo investigaremos; estamos preocupados por este tema, aunque sea lo que sea, les informaremos, pero no tiene nada que ver con nuestro Gobierno", se apresuró ayer a dejar claro el mandatario estadounidense, rechazando cualquier intervención de la Casa Blanca en una operación que parece una parodia de la también frustrada invasión de mercenarios desde las costas de Florida a la cubana Bahía de Cochinos en 1961.
No tiene nada que ver con nuestro Gobierno, pero acabo de recibir información y lo investigaremos", Donald Trump.
En esta ocasión se trató de dos lanchas rápidas que habían salido, supuestamente, desde costas colombianas. La primera fue interceptada el domingo cuando estaba llegando a Macuto, localidad situada a unos 36 kilómetros de Caracas. Ocho muertos y dos detenidos.
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Al día siguiente, en Chuao, un pueblo de pescadores a unos 70 kilómetros de la capital venezolana, se produjeron trece arrestos más, incluyendo a los ciudadanos estadounidenses Luke Denman y Airan Berry, que habían llegado en la otra embarcación. Entre los venezolanos detenidos figuran policías y militares como los capitanes Antonio Sequeda, Jesús Ramos o Adolfo Baduel, hijo del general Raúl Baduel, chavista de primera hora y amigo de Hugo Chávez caído en desgracia y ahora encarcelado. Uno de los dos fallecidos es el también capitán Robert Colina.
Como en anteriores intentos, los servicios de inteligencia chavistas contaban con información anticipada sobre la operación, bautizada como Gedeón. El titular del Parlamento y autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, afirmó ayer que el régimen llevó a cabo una "masacre" y que el Gobierno conocía los planes porque contaba con infiltrados en el grupo. "Estaban esperándolos para masacrarlos", dijo. "Sabían de esto y los esperaron para masacrarlos", añadió Guaidó, que aseguró que Maduro usa este episodio para desviar la atención sobre los problemas del país, como la propagación del coronavirus o los motines en las cárceles. "Nicolás Maduro, tú eres el responsable, sabían de esa operación, los infiltraron y los esperaron para masacrarlos", agregó el líder opositor.