Francia es uno de los países más golpeados por el coronavirus en el mundo. Los casos positivos superaron los 150 mil y las muertes están cerca de tocar los 20 mil. Sin embargo, un nuevo dolor de cabeza aparece en el panorama. París cerró parte de su sistema de agua luego de descubrir rastros del coronavirus en el agua usada para limpiar las calles y regar los jardines públicos. El Ayuntamiento salió a aclarar en un comunicado que el agua potable de París es segura para su uso.
Un laboratorio de uso de agua potable municipal encontró "pequeños rastros'' del virus en cuatro de los 27 puntos en la red de agua de la ciudad no destinada para consumo humano, de acuerdo con el comunicado. Esa red es distinta al sistema de agua potable de la capital francesa.
Las autoridades suspendieron el uso de la red de agua no potable "como principio de precaución", afirmando que el agua potable de la capital francesa procede de un sistema "totalmente independiente" y "puede ser consumida sin ningún riesgo".
Desde finales del siglo 19, París tiene dos redes de agua separadas: la potable y la no potable. "La red de agua no potable se alimenta de lo que llamamos agua 'bruta', tomada del río Sena y del Canal del Ourcq, que se envía a la red sin un tratamiento pesado", explicó la Alcaldía en el comunicado. Esta agua se utiliza para brindar diferentes servicios de limpieza en parques y jardines, en las calles y también para abastecer lagos y cascadas en los espacios verdes, así como algunas fuentes en lugares cerrados al acceso público.
Celia Blauel, responsable de la Transición Ecológica para la ciudad, destacó que no hay riesgo de que el agua que toman los parisinos se contamine con el Covid-19. "Son rasgos muy pequeños, pero decidimos aplicar el principio de precaución y advertir a la Agencia Regional de Salud", señaló. Las muestras serán analizadas para "conocer los posibles riesgos que presentan estos rasgos" y "porque ciertamente no debemos ser los únicos".
En tanto, el primer ministro galo, Édouard Philippe, afirmó ayer que empiezan a ganar la batalla contra el virus luego de que se diera a conocer que el número de ingresos hospitalarios continúa a la baja, a pesar de que el balance de muertos se acerca a los 20.000.
El director general de Sanidad, Jérôme Salomon, informó de 395 muertes más en 24 horas por la COVID-19 -227 de las cuales, en hospitales (la cifra más baja en cuatro semanas) y el resto, en residencias médicas para ancianos-, lo que llevó el total a 19.718 víctimas.
El número de pacientes hospitalizados por el coronavirus se elevaba este domingo a 30.610, con un leve saldo a la baja de 29 personas. De ese total, 5.744 pacientes se encontraban en cuidados intensivos con respiración mecánica, 89 menos que el viernes.
Estas cifras muestran "un muy lento descenso de la epidemia, aunque el número de personas hospitalizadas sigue siendo elevado", subrayó Salomon. "El confinamiento, gracias al esfuerzo de todos ustedes, es eficaz, frena con fuerza la epidemia", estimó.
Francia, cuarto país del mundo más afectado por la pandemia en número de muertos detrás de Estados Unidos, Italia y España, planea salir del confinamiento de manera progresiva a partir del 11 de mayo.