Italia y España pasaron lo peor y la UE piensa en una salida de la cuarentena

La curva de muertes y contagios a causa del Covid-19 en los dos países más afectados de Europa esta en baja y la Unión Europea presenta un plan gradual para salir del aislamiento.

Italia durante algún período fue el país más afectado del mundo, hasta que los EEUU pasó su triste récord de contagios y muertes, pero sigue teniendo las cifras más trágicas de Europa, con 165.155 infectados y 21.645 fallecidos a causa de la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, el pico en Italia ya pasó y este miércoles registró 2.667 nuevos casos y 578 muertes, que si bien es una enorme cantidad, no es lo que sufrió durante los puntos más altos de infectados y casos fatales, promediando marzo.

Por otro lado, en España la pandemia inicialmente fue más lenta que en Italia, pero pronto se fueron acercando las cifras diarias de contagios hasta superar a su país vecino, con 177.633 infectados, aunque con menos muertes, con 18.579 víctimas fatales desde que comenzó la crisis del Covid-19.

Al igual que Italia, España pasó el pico de contagios y muertes diarias, con 324 casos fatales confirmados este miércoles y 3.573 nuevos infectados, datos que generan buenos augurios y la certeza de que "lo peor ya pasó".

En este contexto, y en el de la fuerte recesión y crisis económica que genera la pandemia, la Unión Europea (UE) prepara un plan de acción para la salida gradual de las cuarentenas, basado en las recomendaciones de los epidemiólogos, para que cada nación del bloque las vaya levantando en las semanas y meses por delante.

La UE advirtió este miércoles a sus 27 Estados miembro que el retorno a la normalidad debe ser "gradual" y guiarse por "recomendaciones científicas", al presentar su "plan de acción" para tratar de evitar una salida caótica de las cuarentenas adoptadas por cada país en el marco del coronavirus.

Esto sucede luego de la caída en los picos de España e Italia, al tiempo de que otros países, menos afectados, ya hayan levantado ya algunas de las restricciones. de esta manera, la Comisión Europea (CE), el Ejecutivo de la UE, pidió a sus miembros coordinar el fin de las cuarentenas, algo que espera tome unos pocos meses y que se siga de test masivos de detección del virus.

Unas 80.000 personas han muerto en Europa por la enfermedad que causa el virus Covid-19, lo que representa alrededor de las dos terceras partes del total global de decesos, según el Centro Europeo para el Control y Prevención de las Enfermedades (Cecpe).

La Comisión dijo que las recomendaciones de los epidemiólogos y expertos del Cecpe deben guiar las estrategias de salida de las cuarentenas de cada nación del bloque en las semanas y meses por delante. Mientras, la real preocupación está puesta en los "perjuicios que podría acarrear que cada Estado de la UE siga su propio plan".

Estos temores se basan en el pánico que reinó en la UE luego de los primeros casos del virus en Italia, cuando el cierre abrupto de fronteras y la prohibición de exportaciones dejaron a países muy afectados sin equipamiento o insumos médicos clave. Además, existen evidentes diferencias de enfoque entre los Estados miembro del bloque comercial.

Austria, República Checa y Dinamarca ya han levantado algunas restricciones. Francia, pese al desastre económico causado por la pandemia, renovó esta semana su cuarentena hasta el 11 de mayo, y Bélgica y Alemania parecen encaminados en la misma dirección.

España e Italia también, con una significativa baja de sus picos, extendieron su cuarentenas, aunque luego autorizaron algunas actividades laborales y la apertura de algunos comercios específicos, algo similar a los que hizo la Argentina.

"Esto no es una señal de que el confinamiento se pueda empezar a levantar inmediatamente, sino plantear un marco para que los Estados tomen decisiones", explicó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa.

"En general, recomendamos un enfoque gradual y todas las acciones deben ser objeto de seguimiento continuo por si el virus vuelve a aparecer", agregó.

Como condición previa a cualquier levantamiento de medidas, Von der Leyen afirmó que debería contarse con "criterios epidemiológicos concluyentes que demuestren que hay una disminución significativa del virus durante un periodo prolongado de tiempo", una capacidad suficiente del sistema sanitario y la posibilidad de hacer un seguimiento a gran escala del virus.

Una vez cumplidas estas premisas, la CE recomendó que las acciones para levantar el confinamiento sean "graduales" y se prevea suficiente tiempo, en torno a un mes, entre un paso y otro para tener tiempo de ver los efectos de cada medida.

Bruselas aconsejó que las medidas generalizadas que se han tomado hasta ahora, como los estados de alarma y las restricciones de acudir a los puestos de trabajo, se sustituyan por otras más concretas, como intensificar la desinfección en tiendas y oficinas en lugar de mantenerlas cerradas, para "facilitar el retorno gradual" de ciertas actividades económicas.

Las recomendaciones apuntan a una especial atención a los grupos más vulnerables, como personas mayores o enfermos crónicos, y señalan que "se deben prever medidas para seguir protegiéndoles mientras se levanten restricciones a otros grupos de población".

La CE afirmó que "no todo el mundo puede volver a la oficina al mismo tiempo" y abogó por que al principio lo hagan las personas menos vulnerables al virus y los sectores esenciales para facilitar la actividad económica, si bien fomentando por el momento el teletrabajo cuando sea posible.

En cuanto a las aglomeraciones de personas, la Comisión cree que deben irse permitiendo de forma progresiva, aplicando por ejemplo límites al tamaño de las clases en escuelas y universidades o al horario y número de clientes en bares y restaurantes.

De cara a las fronteras de cada país, la Comisión recomienda que los controles internos se eliminen "cuando la situación epidemiológica en las regiones fronterizas converja lo suficiente", mientras que la reapertura de las fronteras exteriores a los no europeos quedaría relegada a una segunda fase.

Bruselas también llamó a mantener en el tiempo los "esfuerzos para prevenir la expansión del virus", a través de campañas de concienciación, el uso de mascarillas en lugares públicos y el mantenimiento de la distancia social recomendada.

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