Luego del golpe de Estado que le puso punto final a su presidencia, Evo Morales eligió la Argentina para pedir asilo político, junto con su familia, y así alejarse de las nuevas autoridades que tomaron el poder de Bolivia a la fuerza, e intentaron sacarlo de juego, como sea.
El ex mandatario boliviano, destituido el 10 de noviembre último, dejó nuestro país rumbo a Cuba, adonde viajó para continuar con su tratamiento médico. A principios de marzo de 2017, llegó a La Habana para hacerse una revisación urgente de sus cuerdas vocales. El cuadro indicaba que sufría de constante disfonía, sinusitis y fuerte dolor de abdomen.
Tras los exámenes de rigor, los expertos cubanos le extirparon un nódulo de la cuerda vocal izquierda. Y desde ese momento, viaja cada tres meses a la Habana para continuar con su tratamiento médico.
Ahora, era momento de volver a la isla para sus controles médicos, aunque desde su entorno aseguran que no tiene nada para alarmarse. Se espera que regrese a Buenos Aires antes del fin de semana, para continuar monitoreando la campaña electoral con vistas a los comicios del próximo 3 de mayo, en los que el MAS puede recuperar el poder a través de la fórmula que integran Luis Arce (presidente) y David Choquehuanca (vicepresidente).
Al margen de las especulaciones que circularon sobre el viaje de Evo a Cuba, más vinculadas a la política que a la salud, sus allegados en la Argentina adelantaron que su retorno "está previsto para este fin de semana, con el fin de cumplir la agenda programada".