India se prepara para la guerra después de que Pakistán afirmara haber derribado dos aviones de la Fuerza Aérea de la India en su territorio de Cachemira. A lo largo de la frontera entre ambos países se construyen miles de búnkeres mientras los gobiernos de las dos naciones, declaradas potencias nucleares, preparan sus fuerzas armadas para un posible conflicto.
India, que acusa a Pakistán de patrocinar la milicia en Cachemira, la única región dominada por musulmanes de la India de mayoría hindú, está construyendo más de 14.000 refugios aptos para familias que viven a lo largo de su frontera con Pakistán, en el estado de Jammu y Cachemira, con la esperanza de mantenerlos a salvo cerca de sus hogares en lugar de evacuarlos mientras se lanzan proyectiles de artillería, informó Reuters.
La situación había generado "pánico entre la gente", dijo Rahul Yadav, subcomisionado del distrito de Poonch, un área remota del estado indio que enfrentó algunos de los ataques. Se supone que los nuevos refugios, que fueron planeados antes del aumento de las tensiones de esta semana, reducirán ese temor y evitarán que las personas tengan que huir cuando comience el bombardeo.
Los aldeanos en el lado indio de la frontera dijeron que estaban cansados ??de huir de sus hogares cuando estallan los disparos. Algunos vieron morir a miembros de su familia, y el costo de dejar atrás su ganado y sus cultivos es demasiado alto para muchos agricultores pobres.
"Los disparos podrían volver a ocurrir y sabemos que existen riesgos de vivir tan cerca de la frontera", dijo Tanattar Singh, un hombre de 75 años de la aldea de Chachwal, mientras él y otros ancianos observaban cómo se excavaba la tierra para la construcción de un búnker para una de las 400 familias de la aldea.
En el lado paquistaní de la frontera, la mayoría de las casas construidas después de la tregua de 2003 no tienen refugios, aunque el gobierno paquistaní tiene un programa para construir más. Una serie de personas murieron y resultaron heridas por los bombardeos de la India en los últimos días, y muchas huyeron de las zonas fronterizas a áreas más seguras. Miles de personas se mudaron o planean hacerlo, dijo Umer Azam, funcionario administrativo de Kotli, quien ordenó el cierre de escuelas en las áreas más peligrosas.
Este miércoles, India anunció que un piloto de su fuerza aérea estaba desaparecido después que Pakistán afirmó haber derribado dos cazas, en momentos en que se deterioran las relaciones entre los las dos naciones rivales, ante la posibilidad de una guerra en toda la extensión de la palabra. India aún no determinó que el piloto desaparecido está detenido por Pakistán, dijo Raveesh Kumar, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, citado por Bloomberg.
Uno de los aviones indios cayó dentro del lado de Cachemira controlado por Pakistán y el otro se estrelló del lado indio de la Línea de Control, dijo el portavoz militar Asif Ghafoor. Un piloto está herido y recibe tratamiento médico y el otro está detenido, declaró en una conferencia de prensa en Islamabad. "Ambos están bajo arresto y los estamos tratando con dignidad", agregó.
El primer ministro Imran Khan dijo que Pakistán sólo tomó medidas después de constatar los daños ocasionados por el ataque de India del martes. Exhortó al diálogo diciendo: "Debería primar el buen sentido. Deberíamos sentarnos a hablar".
La agencia de noticias ANI de India informa que un F-16 paquistaní que violó el espacio aéreo indio fue derribado tres kilómetros dentro de territorio paquistaní, en el Valle de Lam. Ghafoor señaló que Pakistán no utilizó aviones F-16 en la operación. "Esto es algo sin precedentes... no hemos tenido ataques aéreos de represalia entre India y Pakistán desde la guerra de 1971", dijo a Bloomberg Anit Mukherjee, exmayor del Ejército Indio. "No sabemos qué saldrá de todo esto. Pero al parecer Pakistán ha dado una respuesta. Y ha habido bajas... capturas, muertos".
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, llamó a los ministros de relaciones exteriores de ambos países este miércoles. Pence dijo que "instamos a India y Pakistán a ejercer moderación y evitar una escalada a toda costa" y destacó que la prioridad de Pakistán era evitar la acción militar y tomar "medidas significativas contra los grupos terroristas que operan en su suelo".
Las consecuencias políticas de los intercambios aún no son claras, pero es evidente que la captura de un piloto "complica las cosas y aumentará las tensiones", afirma Sandeep Shastri, politólogo y vicecanciller de la Universidad Jain, Bangalore (India). Observadores coinciden en que ninguno de los países puede permitirse un conflicto a gran escala; sin embargo, ninguno de los líderes puede darse el lujo de parecer débil, más aún con sus respectivos públicos arrastrados hacia un frenesí nacionalista.
Si bien las tensiones bélicas entre ambos países no son infrecuentes, especialmente en la disputada región de Cachemira, la importancia geopolítica de los actores está cambiando. Pakistán es el principal conducto hacia Afganistán y goza de al menos buenas relaciones con China, mientras que India está alineada con EE.UU. y tiene la ambición de convertirse en una verdadera potencia mundial.
Pakistán es el principal conducto hacia Afganistán y goza de al menos buenas relaciones con China, mientras que India está alineada con EE.UU. y tiene la ambición de convertirse en una verdadera potencia mundial.
India, en particular, se transformó desde que los dos países se enfrentaron por última vez en 1999. Ahora, como la economía importante de mayor crecimiento, se prevé que la población del país, de alrededor de 1.300 millones, supere a China y se convierta en la más grande del mundo en 2024. "El primer ministro Narendra Modi y su gobierno ahora se encuentran en problemas: no pueden ceder y, sin embargo, se ven limitados en sus acciones por la aparente captura del piloto", asegura Michael Kugelman, del Wilson Center, en Washington. "El resultado final", dijo, es que "Modi no puede darse el lujo político de aceptar la rama de olivo que Pakistán ahora le extendió".
El ejército pakistaní
Por su parte, desde que llegó al poder el año pasado con la promesa de transformar su nación, Imran Khan pidió en repetidas ocasiones conversaciones de paz con India, mientras se enfrenta a un grave malestar económico que lo obligó a tratar de recaudar fondos de China, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Su gobierno también está negociando el treceavo rescate del Fondo Monetario Internacional para Pakistán desde finales de los ochenta.
La decisión del presidente Donald Trump de recortar unos US$2.000 millones en ayuda de seguridad estadounidense también redujo la financiación de la defensa pakistaní. El temor a la dominación india continúa dictando las estrategias en un ejército que gobernó directamente a Pakistán durante casi la mitad de sus 71 años de historia, dice Bloomberg. El ejército es la organización más dominante de la nación, y durante mucho tiempo fue visto como uno de los principales obstáculos para la paz con India.
Fuente: Perfil