El reconocido restaurante Falco, ubicado en la ciudad alemana de Leipzig, sirve un polémico postre sobre una ojota.
En 2018, un crítico culinario que pertenece a Michelín de Reino Unido, estalló en las redes sociales y desaprobó el llamativo plato. A pesar de la polémica, el lugar sigue conservando dos estrellas, premio máximo de la gastronomía mundial.
Falco está a cargo del chef Peter Maria Schnurr, quien diseñó el innovador plato. Se trata de un postre cuyo soporte es una ojota cubierta de arena de nueces tostadas, setas y polvo de algas, acompañada de tomate tamarillo y una copa de vino espumante, según explicó el diario El País.
En julio del año la cuenta de Twitter de la Guía Michelín de Reino Unido criticó con fervor al plato y expresó: "Basta ya". Al parecer, los expertos en cocina están cansados de los excéntricos menús.
Sin embargo, "la cuenta We Want Plates (Queremos platos), que suma 153.000 seguidores en esa red social, respondió al estupefacto community manager con decenas de fotos de platos servidos en toda clase de zapatos en restaurantes de medio mundo", reveló el sitio español.
La tendencia mundial de distintos chefs de crear platos "raros" con elementos llamativos comenzó con el cocinero francés, Paul Bocuse en la década de los 70?. "Este movimiento, fundamentado en reducir los tiempos de cocción y acudir a los mercados regionales desterró la rigidez de las vajillas, que sustituyó por emplatados más creativos y platos con diferentes formas", asegura el portal europeo.