En una extensa entrevista con un medio catalán a Leo le preguntaron si tomaba dimensión que "estaba creando un monstruo". Entre risas, el rosarino confesó que estaba enterado de la repercusión que tenía cada movimiento de Mateo y contó: "Sí, lo sé. Lo estamos cortando un poco porque se nos está yendo de las manos. Es así. La gente por ahí se ríe cuando yo cuento o hago saber de cosas. Por ahí se cruzan o están cinco minutos, lo conocen o lo tratan cinco minutos, y dicen realmente es así lo que vos decís, no mentís en nada".
El futbolista de 32 años también dio detalles del vínculo que tienen sus hijos con los amigos y mostró su tranquilidad: "Tengo la suerte que Thiago, que es el más grande, desde los tres años que tiene un grupo del cole muy grande. Son nueve o diez que se conocieron desde muy chiquitos. Son amigos por la amistad real. Ahora, de grandes, recién se están enterando quién es el papá de Thiago o lo que hace. Pero en ese sentido estoy muy tranquilo porque sé que los amigos de Thiago son realmente porque lo sienten; y es así, porque Thiago los quiere mucho también. Sobre todo porque creo Thiago es muy inteligente y a pesar de la edad que tiene también sabe diferenciar esas cosas".