Funcionario de Seguridad robaba nafta de patrulleros para venderla más barata
Está detenido junto a dos "socios", uno de ellos policía. Habría pérdidas millonarias para el distrito.
Se trata de Oscar Pazos, que fue alojado en la Comisaría 1ª de General Rodríguez, acusado de ser el presunto jefe de la organización ilícita que sustraía la nafta, que luego era revendida en estaciones de servicio de la zona. La causa está caratulada como "Asociación ilícita, peculado y falsificación de documento privado", según publicó el sitio Infoban.
Pazos tenía a su cargo el área de logística de la Secretaría de Seguridad de Moreno, que es comandada por Diego Vacis, quien fue secretario privado durante la gestión de Andrés Arregui, cargo en el cual también tenía bajo su mando la estructura de seguridad municipal.
Según consta en la investigación, los tres detenidos contaban con un grupo de personas que retiraban el combustible que debía abastecer a los patrulleros de las distintas comisarías del distrito, en la estación de servicio ubicada en Avenida España y colectora sur de la Autopista del Oeste, y siempre argumentaban que era por cuenta y orden del Municipio.
Así, cargaban en vehículos particulares hasta 350 litros diarios en bidones, que luego eran reducidos en otras estaciones de servicio a un precio menor.
El intendente de Morena, Mariano West, manifestó públicamente su “firme decisión de continuar colaborando con el proceso y ofrecer todo lo que sea necesario para esclarecer el hecho”. Actualmente, el área de logística municipal está virtualmente intervenida, y se habría bajado el consumo de combustible de los móviles policiales en casi 300 litros diarios.
El caso es investigado por la UFI Nº 4 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, a cargo del Gabriel Lorenzo, y no se descarta que en los próximos días se produzcan nuevas detenciones, al tiempo que el juez de garantías deberá determinar la situación de los detenidos. La situación de Pazos es la más comprometida.
Las pérdidas para el Municipio podrían ser millonarias, ya que, si bien se investiga el delito durante el segundo semestre de 2011, podría haber comenzado un par de años antes, y además, podría haber irregularidades con los elevados montos facturados como reparaciones de los patrulleros.
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