No hace falta malgastar un deseo de Papá Noel pidiendo más frecuencia sexual porque una revista asegura que durante esta festividad es cuando las parejas tienen más sexo.
Los cierto es que muchas parejas aprovechan los deseos de paz y amor, y hacen especial hincapié en este último, dando pie a una oleada de bebés que llegan al mundo entre agosto y septiembre.
Pero como no todo es casualidad, la revista Psychology of Human Sexuality tiene la última palabra sobre este comportamiento de masas, aduciendo que hay una serie de factores que colaboran con la actividad sexual; y que tienen que ver con el momento que se vive.
Uno de los elementos que menciona la publicación es el alcohol, que suele servirse en todas las mesas en diferentes presentaciones: desde el vino de la cena a la sidra del brindis, pasando por aquellos que prefieren otros espumantes como el champagne. Las bebidas desinhiben pero, eso sí, consumiendo sólo lo justo y necesario pues con unas copas de más, ambos sexos suelen presentar problemas para consumar el acto por "dificultades técnicas".
El estado anímico es otro de los ítems mencionados y que hace referencia a que fin de año suele ser una época de reflexión, pero también de distensión, en la que las personas suelen relajarse de sus obligaciones diarias y llegar a un equilibrio emocional que da lugar, entre otras cosas, a un encuentro entre las parejas.
La comida también puede ser uno ingrediente que incline la balanza hacia el lado del placer, sobre todo si se cuelan entre los platos navideños, algunas recetas afrodisíacas.
El vínculo emocional también se fortalece en estas fechas. Después de todo, la pareja termina otro año unida y qué mejor que hacer el amor para fortalecerla.