Londres se despidió y pasó la posta a Río
El final de los Juegos Olímpicos recorrió los últimos 50 años de su música. El correntino Crismanich portó la bandera argentina.
Londres dio por finalizada la edición 2012 de los Juegos con una extraordinaria fiesta musical y el traspaso de la bandera olímpica al alcalde de Río.
La olimpíada, el ciclo de cuatro años que va de Juego a Juego, comenzó oficialmente a las 19.59 hora argentina, cuando la fiesta de Londres se dio por terminada y se apagó la llama del pebetero en el estadio; y culminará el 5 de agosto de 2016, cuando la bandera olímpica se levante, por fin, en Río de Janeiro.
Será entonces otro momento histórico: Sudamérica recibirá por primera vez una edición de los Juegos Olímpicos modernos. Y Brasil será eje del deporte del mundo solamente dos años después de otro hecho relevante: el Mundial de fútbol previsto para 2014.
Por lo pronto, lo que queda en las retinas es la sucesión de emociones deportivas de las últimas dos semanas; y lo que queda fundamentalmente en los oídos es el maravilloso show musical que eligió Londres para desarrollar gran parte de su despedida.
La fiesta arrancó con puntualidad inglesa, a las 21 (las 17 en la Argentina), en el majestuoso estadio Olímpico de Londres. El recital comenzó con el grupo de percusión Stomp y el posterior ingreso de la banda Madness con su emblemática "Our House".
A partir de entonces, el rock británico copó la escena con canciones eternas: Imagine (con John Lennon en pantalla gigante y un coro de niños en el estadio), Rapsodia Bohemia (de Queen) y George Michael cantando, en vivo, su clásica Freedom.
Hubo más, mucho más: los Pet Shop Boys; One Direction; Liam Gallagher y su nueva banda, Bread Eye (tras la disolución de Oasis), con Wonderwall; Annie Lennox (ex Eurythmics) y hasta la reunión de las cinco Spice Girls, entre ellas Victoria Adams, la esposa del futbolista inglés David Beckham.
Entre un show increíble de luces y colores tuvo lugar el ingreso de las delegaciones, cada cual con su bandera: la argentina viajó en manos del taekowndista Sebastián Crismanich, medalla de oro, quien recibió el privilegio del basquetbolista Luis Scola, que había sido designado originalmente en la votación del COA.
Los deportistas de todo el mundo vivieron la fiesta al pie del escenario, cuatro pasillos cruzados hacia los costados y los extremos del campo de juego que simbolizaron la bandera británica; y, como el público, se emocionaron con los videos que revivieron los mejores momentos de la competencia y con la presencia del guitarrista y el baterista de Queen, Brian May y Robert Taylor, que hicieron en vivo "Nosotros te conmoveremos".
Antes, la imagen del cantante de Queen, Freddie Mercury, en las pantallas gigantes del estadio sacudió los recuerdos.
La ceremonia siguió con la entrega de la bandera olímpica a la delegación brasileña, que en ocho minutos hizo una presentación de lo que le espera al mundo dentro de cuatro años.
Del breve acto tomaron parte la cantante Marisa Monte, el rapero Bnegao, el ex futbolista Pelé y hasta Renato Sorriso, el sonriente barrendero público del sambódromo de Río que se ha convertido en uno de los iconos ineludibles del Carnaval y de la ciudad.
Luego llegaron los discursos habituales ("fueron unos Juegos felices y gloriosos", dijo el belga Jacques Roggé, transitando sus últimos días como presidente del Comité Olímpico Internacional), y el telón cayó con otra banda mítica, The Who. Londres 2012 es parte de la historia del deporte. Ya es tiempo de Río.
Fuente: Télam
12 de agosto de 2012
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