La Plata

Simularon fusilar a un pibe de 17 años en la comisaría

La madre del menor denunció que los efectivos le apuntaron con un arma y "jugaron" a que lo mataban. Ahora sufre de pánico y va al psiquiatra.

La madre de un menor de 17 años detenido por un robo en La Plata, en el mes de enero pasado, asegura que los policías le colocaron a su hijo un arma en la boca y en la cabeza, y simularon dispararle. Además, dentro de la Seccional Primera, el adolescente habría sido golpeado por los efectivos.

El defensor oficial de menores de esa ciudad, Julián Axat, amplió una denuncia penal contra el personal de esa dependencia, por presuntas torturas y apremios, publicó el sitio Diagonales.com.


La mujer asegura que, desde los episodios de violencia, su hijo prácticamente no habla, está violento, sufre ataques de pánico y hasta pérdida temporal de la memoria, por lo que permanece bajo tratamiento psiquiátrico.

Los hechos a los que hace referencia la presentación habrían ocurrido dentro del patrullero en el que se llevaron detenido al joven, y fueron relatados por la víctima a su madre algunos días después. En ese contexto, le contó que un efectivo policial le puso una pistola en la boca y la cabeza, simulando un fusilamiento.

El planteo, patrocinado por el defensor, fue realizado por la madre, cuya identidad también se preserva para proteger al menor. Según la mujer, hasta esa detención, su hijo “era una persona normal, estudiaba, se expresaba y desempeñaba en forma natural. También jugaba al fútbol en la rambla, con los compañeros del colegio”.

Sin embargo, luego del supuesto episodio traumático, todo cambió. “Comencé a observar conductas extrañas en mi hijo, muy distintas a su comportamiento habitual. Quiere escaparse, está agresivo conmigo, se coloca y se saca la ropa a cada rato, se ríe solo, grita, le agarran ataques de miedo. De un día para el otro deja de hablar. Pierde parcialmente la memoria, no nos reconoce, y sólo contesta con frases como ‘ni idea’, ‘no sé’. No puede armar frases completas, ni dialogar. Por momentos está ido, se pierde y tarda en reaccionar a lo que se le pide”, sostuvo la madre.

También agregó que el perverso juego de los policías con el arma “era acompañado de la amenaza de que lo iban a matar, además de pretenderlo involucrar en otras causas. Cuando llegaron a la seccional, lo colocaron delante de su compañero de causa”, para que mire cómo a éste “le pegaban en el rostro entre los efectivos”.

“Estos hechos son los que a mi entender causaron, en la vida de mi hijo, un estado de fuerte conmoción y angustia, generando un tipo de malestar psíquico en el que actualmente se encuentra, y que los psicólogos y psiquiatras no terminan de explicar del todo”, continúa el planteo de la mujer.

Los informes médicos dan cuenta de que el joven está medicado, perdió la memoria y la expresividad y requiere un tratamiento psiquiátrico y psicológico especial.

El defensor Axat reiteró un pedido para que le remitan el libro de guardia de la seccional, se incorporen los estudios del cuerpo médico sobre el adolescente y se curse oficio a Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires para que inicie el sumario correspondiente y se cite a declarar a los involucrados.

 

20 de octubre de 2012

 

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