Se olvidaron de citar al asesino de su hijo y no pudieron enjuiciarlo
El Tribunal de Morón nunca notificó del inicio del proceso al peligroso "Garri", que sigue libre y delinquiendo en el barrio.
A diferencia de lo que podría pensarse en un primer momento, la indignante ausencia no se debió a una fuga ni a nada que se le parezca. Luego de tres largas horas de espera, los integrantes del Tribunal se dieron cuenta de que, en realidad, a Ricardo “Garri” Gómez – que permanece en libertad – nunca le habían enviado la correspondiente citación al juicio. La notificación no fue encontrada en el expediente porque, de hecho, jamás la emitieron.
El papelón judicial ocurrió el pasado jueves 1º de diciembre y fue denunciado públicamente por la organización Madres y Familiares de Víctimas de la inseguridad (MaFaVi), de Castelar. “El pibe no estaba notificado. Cuando se dieron cuenta, lo mandaron a buscar a todos lados, pero nunca apareció. No lo pudieron declarar en rebeldía o prófugo, porque el error había sido de ellos”, contó indignada a 24CON Inés Sánchez, madre de la víctima.
Quien sí pudo ser juzgado ese mismo día fue “Erni”, un cómplice del presunto asesino, del cual, por falta de elementos de prueba, no se pudo comprobar su presencia en el momento del crimen, a pesar de que pasó un año tras las rejas. Según se cree, este joven se rehúsa a hablar sobre lo que verdaderamente pasó por temor a que “Garri” tome represalias.
A raíz de toda esta inútil pérdida de tiempo, ahora se tendrá que determinar nueva fecha de juicio y conformar un nuevo Tribunal. Aunque, entre la lentitud de los procesos legales y la feria judicial que se les viene encima, esto no ocurrirá hasta marzo del año que viene.
“Los jueces no me dieron ninguna explicación sobre el error. No se les puede traspapelar un documento tan importante como una citación. Es un verdadero desastre, todavía no puedo creer que haya pasado esto, después de haber esperado tanto tiempo”, expresó Sánchez, al tiempo que recordó que, tras el asesinato de su hijo, “Garri” se fugó de un instituto de menores y estuvo detenido dos veces. “Se podía haber formado un Tribunal ahí mismo y no retrasar tanto el proceso”, se quejó.
Con 18 años recién cumplidos, Gerardo falleció luego de agonizar cinco días en el Instituto de Haedo. El crimen ocurrió el 31 de mayo de 2009 en Castelar Sur, cuando él volvía de la fiesta de cumpleaños de un amigo, a poco más de una cuadra de su hogar. “Había dejado a la novia en su casa y venía para acá. Antes de salir, me había pedido que al día siguiente lo levantara temprano, para llegar con tiempo al almuerzo”, recordó la mamá.
Es que esa comida iba a ser un encuentro de familiares y amigos, donde el chico festejaría su propio cumpleaños. Lamentablemente, nunca pudo concretarla: esa mañana, lo interceptó un grupo de delincuentes, que le robó el celular y las zapatillas. No conformes con eso, “Garri” Gómez, que en ese momento tenía 16 años, habría sido quien le disparó dos veces en la cabeza.
El delincuente pertenece a una de las bandas reconocidas de la zona, que proviene del barrio El Cortijo, de Merlo. “Espero no tener que cruzármelo. Mientras está suelto, sigue cometiendo delitos. Los jueces saben quién es y no sé cómo lo permiten seguir libre”, destacó Sánchez.
El insólito hecho que la familia debió soportar en los Tribunales se transformó en un nuevo revés para una causa que ya tiene demasiadas falencias. “Es una burla hacia nosotros y hacia toda la sociedad. Si esto me pasa a mí, le puede pasar a cualquiera. Uno quiere creer en la Justicia pero, ahora que hay que empezar de nuevo, no sé cómo voy a hacer para tener confianza nuevamente”, finalizó la madre, con tristeza.
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