Grassi exigió que remuevan al fiscal que pidió su prisión
Reconocido como abusador de menores por la Justicia de Morón, el párroco ahora arremetió contra el fiscal que pide que vaya a la cárcel.
Julio César Grassi, el sacerdote que fue condenado a quince años de prisión pero permanece en libertad, recusó al fiscal de Morón que en los últimos días pidió su detención en base a la denuncia de un abogado querellante. El fiscal Alejandro Varela rechazó el pedido de Grassi para apartarlo de la causa, pero la decisión está en manos del Tribunal Oral en lo Criminal 1, el mismo que dictó la condena del sacerdote y al mismo tiempo decidió dejarlo libre hasta que el fallo quede firme, según publicó Diario Popular.
Además de buscar la recusación del fiscal, Grassi apuesta a que la Suprema Corte de Justicia bonaerense revoque la condena que lo encontró culpable del abuso de Gabriel, el primero de los menores de edad que lo acusó y cuyo testimonio hizo público el caso.
La semana pasada, el abogado Juan Pablo Gallego, uno de los impulsores de la denuncia contra Grassi, aseguró que el sacerdote habría violado la orden fijada por la Justicia que le impide ingresar a la Fundación Felices Los Niños, que él mismo creó y en donde se habrían cometido los abusos.
De acuerdo a la presentación del querellante, el abogado Fernando Burlando acudió a una reunión con el sacerdote en esa sede para acordar la representación legal de la madre de Candela Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada a fines de agosto pasado.
El fiscal Varela se hizo eco de esta acusación, pidió que citaran a declarar al abogado Burlando y solicitó la inmediata detención del sacerdote. Ese mismo día, Grassi desmintió haber violado las condiciones de su libertad, advirtió que esa denuncia sería "una maniobra burda" para detenerlo y aseguró que era "incapaz de desobedecer a un juez".
Además, reclamó públicamente que le apliquen la llamada "droga de la verdad" para que lo interroguen sobre los abusos que le adjudican y que finalmente se acredite su inocencia.
Más allá de esa reacción, la defensa del sacerdote solicitó ahora que el fiscal Varela se aparte del caso por entender que, supuestamente, habría perdido objetividad, señalaron las fuentes judiciales.
Hace diez años Grassi fue acusado por un grupo de menores de edad que asistían a su fundación de haberlos abusado sexualmente. Tras un largo trámite judicial, en junio de 2009 el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo encontró culpable por abuso sexual agravado en dos de los 17 hechos que se le adjudicaban: los que aludían a "Gabriel".
Si bien se lo condenó a 15 años de cárcel, el tribunal dispuso que siguiera en libertad hasta que el fallo quedara firme, siempre y cuando cumpliera con ciertas normas, entre las cuales figura la prohibición de acercarse a la Fundación y evitar el contacto con los denunciantes.
El Tribunal de Casación bonaerense confirmó parcialmente la condena, pero mantuvo su libertad, y ahora Grassi planteó su apelación a la Suprema Corte de la provincia.
24 de noviembre de 2011
La semana pasada, el abogado Juan Pablo Gallego, uno de los impulsores de la denuncia contra Grassi, aseguró que el sacerdote habría violado la orden fijada por la Justicia que le impide ingresar a la Fundación Felices Los Niños, que él mismo creó y en donde se habrían cometido los abusos.
De acuerdo a la presentación del querellante, el abogado Fernando Burlando acudió a una reunión con el sacerdote en esa sede para acordar la representación legal de la madre de Candela Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada a fines de agosto pasado.
El fiscal Varela se hizo eco de esta acusación, pidió que citaran a declarar al abogado Burlando y solicitó la inmediata detención del sacerdote. Ese mismo día, Grassi desmintió haber violado las condiciones de su libertad, advirtió que esa denuncia sería "una maniobra burda" para detenerlo y aseguró que era "incapaz de desobedecer a un juez".
Además, reclamó públicamente que le apliquen la llamada "droga de la verdad" para que lo interroguen sobre los abusos que le adjudican y que finalmente se acredite su inocencia.
Más allá de esa reacción, la defensa del sacerdote solicitó ahora que el fiscal Varela se aparte del caso por entender que, supuestamente, habría perdido objetividad, señalaron las fuentes judiciales.
Hace diez años Grassi fue acusado por un grupo de menores de edad que asistían a su fundación de haberlos abusado sexualmente. Tras un largo trámite judicial, en junio de 2009 el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo encontró culpable por abuso sexual agravado en dos de los 17 hechos que se le adjudicaban: los que aludían a "Gabriel".
Si bien se lo condenó a 15 años de cárcel, el tribunal dispuso que siguiera en libertad hasta que el fallo quedara firme, siempre y cuando cumpliera con ciertas normas, entre las cuales figura la prohibición de acercarse a la Fundación y evitar el contacto con los denunciantes.
El Tribunal de Casación bonaerense confirmó parcialmente la condena, pero mantuvo su libertad, y ahora Grassi planteó su apelación a la Suprema Corte de la provincia.
24 de noviembre de 2011