Ituzaingó: Ven la imagen de Jesús en un árbol
"El que no lo ve es porque no quiere creer", explicó una vecina. La imagen ya fue bendecida por el cura del lugar
Irene Prena, una mujer diminuta de 75 años, vive sola en su casa de Parque Leloir. Pero una imagen de Jesús en un álamo lindero a su casa es, desde hace casi un mes, su compañía. “Ahora me siento acompañada”, dice la abuela de rasgos delicados y vestir pulcro. “El 29 de marzo estaba tomando mate con mi hermana Herminia y ella lo vio. ‘Ese es Jesús’, me dijo y yo también pude verlo”, relató a Crónica Irene, mientras señalaba la imagen de Cristo ubicada en las ramas más altas de un álamo ubicado en la casa de su sobrino y cuyas ramas asoman por sobre el techo de su casa.
“Tiene túnica, con su mano izquierda se toma el corazón y la mano derecha la tiene extendida”, describe. Y muestra la similitud con la imagen de la estampita del Sagrado Corazón de Jesús a la que también le reza. La casa ubicada en la calle Larreta al 4400 se convirtió, desde hace 28 días, en el centro de atención de los vecinos. “La noticia corrió tan rápido que varios vecinos vinieron a visitarlo. Algunos piden y otros agradecen. Igual no dejo entrar a cualquiera por miedo a un robo”, sentenció la septuagenaria, quien agregó que “cuando cae el sol se ve más nítida”.
Creyente y a la vez cauta, Irene fue a la iglesia de su barrio para asesorarse. Sin embargo, y como ocurre en estos casos por una cuestión de cautela, las autoridades eclesiásticas locales prefirieron no ir hasta su casa.
En efecto, Irene se dirigió a la iglesia Santa Rita, ubicada en la calle Segundo Sombra. “Llamé al cura para que venga a bendecir el árbol y toda la casa”, contó, aunque, finalmente, nadie fue.
Irene reconoce con sinceridad que no puede “científicamente” explicar la aparición. Sin embargo, asegura que sabe por qué se presentó en su vivienda. “Fue por algo especial. Buscamos explicaciones y la verdad es que, a principios de abril nació mi bisnieto luego de un embarazo muy complicado. Hoy goza de perfecta salud y el parto fue normal”, esboza como explicación.
Lo cierto es que los familiares y vecinos que visitan el lugar y dejan velas e imágenes de santos junto al álamo creían que para la Pascua la imagen se desvanecería. Sin embargo, no ocurrió. “El cuerpo de Jesús está ahí y espero que no me lo toque nadie”, dice Irene.
“Gracias a ese Jesús mi bisnieto nació bien. Además hace que no me sienta sola, que siempre esté acompañada. Siempre que me levanto miro a mi pieza y la veo vacía, pero siento como que hay alguien en mi casa que me cuida”.
El álamo que por estos días está en boca de todo Parque Leloir fue plantado hace más de veinte años atrás. A principios de marzo, el sobrino de Irene (dueño del terreno donde está ubicado el árbol) lo podó porque las ramas molestaban la visión.
Sólo traspasaban unos 30 centímetros por sobre el techo de la casa de Irene. Fue recién a fines de marzo cuando vio la imagen de Jesús. “No sé hasta cuándo se va a quedar, pero si hace bien que siga”, concluyó Irene, mientras que con su vela roja y una estampita de Jesús, se arrodilla y ruega salud y trabajo para su familia.
26 de abril de 2011