La excusa de Cambiasso: "Dije ladrón porque robaban a un amigo"
Al finalizar el encuentro ante Argentinos, el arquero de All Boys comenzó a gritar "es un ladrón, vino para eso". Aclaró que no lo dijo por el árbitro.
El final del partido entre All Boys y Argentinos Juniors fue tan caliente como el partido. La victoria del Bicho tuvo un polémico arbitraje de Saúl Laverni, que incluyó 4 expulsados en All Boys. Al respecto, el arquero del Albo, Nicolás Cambiasso, habló en el programa de Fox Sposrts que conduce Sebastián Vignolo y dio su particular punto de vista del caso.
En primera instancia Cambiasso aseguró estar “sorprendido” por el informe de Laverni, del cual conocerá los detalles el martes, cuando vaya a declarar ante el Tribunal de Disciplina. Si bien no se conoce exactamente lo informado por el árbitro, en la transmisión televisiva se escuchó claramente al arquero decir: “Es un ladrón. Vino a eso”.
Al consultársele por esta cuestión, Cambiasso dio una explicación, cuanto menos, inverosímil. “Me pongo de espaldas a Laverni tratando de separar a mis compañeros. Y después, yo no le puedo decir nunca ladrón. Nunca dije, ‘Laverni es un ladrón’”, aseguró y agregó: “Cuando digo eso, me estoy refiriendo a que veo a un amigo mío en la tribuna que está forcejeando con uno que le está robando un buzo”, sorprendió.
Luego, explicó el significado de la palabra ladrón: “Significa robar o hurtar algo ajeno. Entonces, salvo que me quieran sacar los guantes de prepo (sic) a mí no me pueden robar nada. Entonces, no hay nada que atribuirle con ese término al réferi”, aseguró a través de un silogismo poco convincente.
“En ningún momento le digo nada a él (Laverni). A él no le dirijo la palabra. Ni siquiera lo miré”, sentenció y agregó: “Él puede inferir lo que quiere, pero después uno tiene que hacerse cargo de lo que uno dice (…) si piensa que se lo dije a él, lo tendrá que aseverar”, advirtió en relación con Laverni.
Finalmente, dio un ejemplo aplicable a la cotidianeidad para dejar en claro su postura. O al menos intentar darle sentido. “Vos vas en la calle, decís algo. Se lo podés decir a mil personas (…) Yo mañana digo un insulto al aire, ¿a quién se lo decís?”, insistió.
El argumento de Cambiasso es difícil de creer, pero como coartada no tiene tan poca fuerza como ante el sentido común. Veremos cómo se resuelve.
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