A Viggo Mortensen casi lo meten preso por gritar el gol de San Lorenzo
Famoso actor estaba viendo el partido en el aeropuerto de Washington. Cuando metió el gol Gigliotti explotó de alegría y fue detenido.
La agónica e increíble victoria de San Lorenzo sobre Newell's no sólo hizo delirar a todo el Nuevo Gasómetro. Ricardo Caruso Lombardi no fue el único que gritó desaforado el gol de Emanuel Gigliotti. En el aeropuerto de Dulle, en Washington, el Cuervo más famoso del mundo gritó tanto que casi terminó detenido. Se trata de Viggo Mortensen, quien luego de gritar y festejar fue demorado y estuvo a punto de perder el vuelo.
"Me pidieron el pasaporte, la tarjeta de embarque y me preguntaron un montón de cosas. Mientras me hacen preguntas y miran mis documentos, trato de ver por encima de sus hombros lo que pasa en la compu, a ver si el partido queda 3 a 2", contó el artista. "Finalmente me dejaron libre después de avisarme que si empezaba a gritar otra vez no me iban a permitir volar y me iban a echar del aeropuerto", confió Viggo.
Sobre la lucha de San Lorenzo para evitar el descenso, Mortensen sintetizó: "Quedan 3 partidos más, 3 finales. Sí, se puede. Se puede".
El relato completo que subió el actor al sitio oficial del Ciclón:
"¡Hazaña total en mi compu! ¡Gracias Pipi! ¡Me quieren echar del aeropuerto! A media hora de nuestra salida del aeropuerto Dulles en Washington, D.C. estoy viendo el partido contra Newell's en la compu, cerca de la puerta de embarque para nuestro avión. Y de repente Romagnoli hace magia corriendo por la banda izquierda, y le da una última oportunidad a Gigliotti, que ya había fallado en dos oportunidades clarísimas para ganar este partido increíble. Yo grito 'GOOOOOOOLAAAAAAAAAAAAAAAZOOO!!!! con toda mi alma y empiezo a pegar saltos por todos lados como un ciervo espantado entre los pasajeros y sus valijas ¡¡¡¡¡¡PIPI!!!!!! !!!!!!!!!!!PIPI!!!! ¡¡¡¡PIPIIII!!!!'. La gente no entiende lo que está pasando, no entiende porque estoy gritando y saltando, no saben si lo de gritar ¡PIPI! una y otra vez significa que me he meado encima, o si me he hecho daño de alguna manera. Un señor con uniforme militar del U.S. Army, probablemente recién vuelto de Irak o Afganistán se levanta y se me acerca rápidamente diciendo 'Cool it, man!! Easy now…what's wrong, what happened???…'".
"Ni caso, digo gritando el gol. 'CALM DOWN SIR!'. Vuelvo corriendo a la pantalla de mi compu repitiendo '¡GOL, GOL, GOL…!' para asegurarme que es verdad, para ver si aguantamos el 3-2 unos minutos más. Como ya paré de gritar y solamente miro la compu, creo que el militar se aleja y se sienta. Los otros pasajeros también se van calmando, y algunos se ríen un poco".
"Los policías me piden el pasaporte, la tarjeta de embarque, me preguntan un montón de cosas. Yo les digo que no pasa nada, que perdón pero estoy viendo un partido de fútbol y mi equipo acaba de meter un gol muy importante, que casi se acabó el partido. Mientras me hacen preguntas y miran mis documentos trato de ver por encima de sus hombros lo que pasa en la compu, a ver si el partido queda 3 a 2. Termina y quiero gritar la victoria, pero sé que no me conviene justo ahora con estos tipos revisándome".
"Finalmente me dejan libre después de avisarme que si empiezo a gritar otra vez no me van a permitir volar y me van a echar del aeropuerto. El amigo del 'fussbal' se les acerca tímidamente hacía el final de las advertencias y les dice, señalándome: 'Das ist Victor Mortensen. Victor Mortensen der schauspieler. He is the actor… he is Victor Mortensen. King Aragorn'".
"Los policías no le dan bola. Me miran un momento más y entonces el que parece ser el jefe me dice 'Keep the noise down, sir' ('No haga más ruido, señor') Caminan unos 20 metros y se quedan vigilando por si pasa algo más conmigo. Cuando ven que todo está bien y que me siento tranquilamente, se van. Resulta que el amigo es suizo. Me habla un poco de la gran victoria de ayer de Suiza 5 a 3 contra Alemania en un amistoso que se jugó en Basilea. Otra victoria histórica. Podrían haberles goleado aún más, me cuenta el amigo".
"Ahora estoy volando, física y mentalmente en las nubes como todos los cuervos. ¡Qué alivio! Partido clave, hazaña total. Nuestra cancha llena, la hinchada apoyando con todo, creyendo en el milagro. Y así fue. Un milagro de los más lindos. Después de la terrible derrota contra Unión no teníamos margen. Grande Buffarini, grandes todos. Enormes. Quedan 3 partidos más, 3 finales. Sí, se puede. Se puede".
28 de mayo de 2012