Temen envenenamiento general por instalación de una planta de soda cáustica

Avanzan las obras para construir una planta a metros de un jardín de infantes, de un colegio y una parroquia. Los vecinos dicen: "Esto no se pudo haber hecho sin la connivencia del Municipio".

Los vecinos de los cinco barrios más carenciados de Ezeiza vivían tranquilos hasta que una empresa de logística dijo: “compro”. Y acto seguido, el predio de 42 hectáreas ubicado en ruta 205 entre Lavalle y Brasil, pasó a manos de una compañía de logística que podría contaminar toda la zona con su producto más peligroso: la soda cáustica.

Así fue como la agrupación Vecinos Autoconvocados en Defensa de la Vida y el Medio Ambiente de Ezeiza (VADVMA), pertenecientes a los barrios Altos de Tristán Suárez, Santa Marta, San Javier, El Ombú y del Plata, presentaron una serie de reclamos ante la llegada de Don Pedro S.R.L. al sur del Conurbano. Acusan de que la planta cuenta con la connivencia municipal y provincial para su presunta “fraudulenta” instalación.

“No podemos permitir la concreción de esta faraónica obra llamada ‘Centro Logística Ezeiza’ donde se llevará a cabo la recepción, almacenamiento y despacho de NAOH (soda cáustica), entre otros materiales químicos, a un lugar que está muy cerca de los espacios públicos que utilizamos a diario”, manifestó a 24CON Zulema Iriarte, la representante de VADVMA.

 

Es que, según los denunciantes, la planta aglomerará a varias firmas que manejan materiales altamente contaminantes (como Indupa Solvay, entre otras). Y el mayor problema será, justamente, la locación, ya que se instalaró a tres metros del Jardín de Infantes Nº 910, a siete de la Escuela Nº 23, a 2 cuadras de la parroquia Maximiliano Kolbe, más su merendero y, en el lateral izquierdo, la escuela de jornada completa Nº3.


Además, la problemática se extiende a la escuela media agropecuaria Nº 1 del barrio San Javier, que también se vería afectada por los índices de polución. 

Sellado y aprobado
La disposición con Nº 1350/10 emitida por la Dirección Provincial de Impacto Ambiental, con firma del ingeniero Federico Jarsun, brinda factibilidad de la concreción del complejo. En ella consta que se llevará a cabo “la recepción, almacenamiento y despacho de NAOH (soda cáustica)" entre otros materiales químicos.

A tal efecto, los vecinos reaccionaron inmediatamente. “Consideramos que se nos está violando el derecho a vivir dignamente, ya que nos costó muchísimo esfuerzo edificar nuestro espacio”, indicaron y apuntaron que “en dicha disposición minimizan a los ciudadanos de los barrios aledaños, con las siguientes palabras: ‘en sus laterales existe un núcleo urbano de medianos recursos’. Pero le aclaramos que los habitantes de este “núcleo” pagan impuestos como zona residencial”.

Soda mortal

Durante su producción, la lavandina y la soda cáustica son tratadas con mercurio, un mineral altamente contaminante. Su simple contacto con las napas de agua podría intoxicarla en grandes cantidades. Por ende, llegar así hasta las plantas potabilizadoras.

Según un estudio realizado por la Universidad de Oriente, la soda cáustica -hidróxido de sodio- disuelta en líquido, posee un carácter alcalino superior a 12, convirtiendo el H20 en una sustancia altamente tóxica y, decididamente, "mortal".

Por su parte, en noviembre de 2009, antes de conocerse la aprobación de Impacto Ambiental, la entonces diputada provincial de Proyecto Sur mandato cumplido, Laura Berardo, se sumó al reclamo popular y presentó un pedido de informe al Ejecutivo Provincial. En la solicitud, Berardo pedía “tener conocimiento si en el municipio de Ezeiza existe tramitación para el establecimiento de un depósito de sustancias químicas por parte de esta empresa”.

Además, “deberá explicar si esta empresa cumple con las normativas legales a nivel provincial y municipal en materia de medio ambiente y desarrollo sustentable”, instó la diputada.

Sin embargo, dicen los vecinos nucleados en la agrupación Autoconvocados en Defensa de la Vida y el Medio Ambiente de Ezeiza que no tuvieron respuestas positivas frente a sus reclamos. “Ya cortamos la autopista Richeri y la 205 para manifestarnos contra la construcción del lugar”, cuentan y consignan que “no estamos en contra de la construcción del complejo en sí”. Pero estos no fueron tenidos en cuenta, ya que las obras ya están practicamente finalizadas.

 

Aunque dudan de la veracidad de los documentos y de los “amiguismos políticos” porque “nos sorprende  que aprueben una bomba de tiempo en una zona residencial”.

 

Notas Relacionadas:

¿Quién es Karma, el barra "patotero" de T. Suárez?
Dicen que impide "a golpes" los reclamos por la instalación de una química. En la cancha se "porta bien" pero en el barrio lo señalan como un "matón". Su relación con el intendente.

¿Quiere recibir notificaciones?
Suscribite a nuestras notificaciones y recibí las noticias al instante