Aunque el primo Macri no lo quiere, Monzó se mete de "guapo" en la PASO de Juntos por el Cambio
La interna de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires toma cada vez más color. El ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación bajo el gobierno de Mauricio Macri, Emilio Monzó, se hizo notar en la vía pública, en las redes y en los medios por su llamativo afiche. Sus iniciales (EM) con letra grande detrás de su imagen, pegadas una al lado de la otra formaban la palabra "meme", lo que rápidamente tuvo eco en las redes y se viralizó. Fuentes cercanas a Monzó dialogaron con 24con y dijeron que "fue casualidad" todo lo que se desprendió del nuevo afiche. Por su parte, Jorge Macri, intendente de Vicente López por el Pro, le bajó el pulgar y afirmó que "Monzó no es parte de Juntos por el Cambio en la provincia", por lo que no lo ve compitiendo en el espacio, aunque lo considere un hombre de Rodríguez Larreta.
Jorge Macri expresó públicamente que Vidal sería la "mejor candidata" para la provincia. El primo del ex presidente también se pronunció sobre la probable candidatura de Diego Santilli, otro ladero de Larreta, hoy vice Jefe de Gobierno de CABA, y dijo que "no está bien abandonar los cargos en medio de una pandemia". Desde el espacio de Monzó apuestan a dirimir candidaturas en una gran PASO si no hay acuerdo.
La campaña de Monzó comenzó a principio de año cuando empapeló algunas ciudades de la costa bonaerense, también distritos de la tercera y la quinta sección electoral; además de algunas rutas como la 6, 7 y 5. "El camino es el diálogo" es su slogan de cabecera. Esa consigna estaba en sus primeros afiches y ahora se mantiene, pero con una foto de su imagen y sus iniciales.
La frase no es casual. Monzó, siendo funcionario de primera línea durante el gobierno de Cambiemos, siempre buscó cultivar ese perfil: era quien mediaba entre el oficialismo y la oposición peronista en la cámara baja; junto a Rogelio Frigerio, ministro del Interior de Cambiemos que negociaba con las gobernaciones, fueron quienes más dialogaron con el peronismo. Este hecho, sumado a su pasado peronista y a que algunas veces realizó una autocrítica de la gestión gobernante, generó que muchos macristas lo tildaran de "peronista", "traidor", o pidieran que se lo apartara del Ejecutivo. El clásico fuego amigo. En esa sintonía, Jorge Macri lo fulminó: "Para mí, hay sumas que restan. Hay que pensar seriamente si tiene que integrar nuestro espacio alguien que ya fue parte de la fuerza y rompió el bloque después de que perdimos la elección en 2019".
El primo del ex mandatario, que está al frente del Grupo Dorrego --aglutina a los intendentes del macrismo--, sueña con ocupar el lugar que ocupa hoy Axel Kicillof y antes Vidal. Monzó ahora es un nuevo competidor porque se sumó a la lista de referentes de Cambiemos que van a disputar en las elecciones de medio término. Avisó que puede ir a unas PASO contra Diego Santilli, Facundo Manes o Jorge Macri. Desde las oficinas de Monzó avisan que él quiere encabezar y se considera el más idóneo, porque como ha dicho públicamente: "Tengo muchas ganas de ser gobernador porque me considero un apasionado de la provincia, caminador de la provincia". Y aclaró que cuenta con la ventaja de "conocer la provincia" a diferencia de otros que llegaron a gobernador siendo de la Ciudad. Pero su énfasis conoce los límites, porque si Cambiemos logra aunar en una sola lista a todos los espacios que desea, Monzó no romperá para irse en soledad. Su Partido del Diálogo es parte de Juntos por el Cambio en Buenos Aires, y así participó de las elecciones del 2015, 2017 y 2019.
Desde el PRO, fuentes del círculo de Patricia Bullrich, presidenta del partido, afirmaron a este medio que "hay figuras nacionales interesantes, pero a la hora de penetración eso sólo no alcanza". "Monzó tiene mucha historia política, es reconocido, pero no para encabezar, le falta gente y territorio", explicaron. Y ejemplificaron: "En La Matanza necesitas unos cuatro mil fiscales, tal vez más (por la pandemia); en Morón alrededor de mil". Piensan que el ex negociador de Macri con la oposición no tiene esa capacidad que, se sabe, es determinante.
Ayer Monzó estuvo en Esteban Echeverría, el municipio que gobierna Fernando Gray, un díscolo del gobernador Kicillof y de La Cámpora de Máximo Kirchner, con quien mantiene una disputa por el control del Partido Justicialista (PJ) de Buenos Aires. Hoy este sector del peronismo que no ve con buenos ojos a La Cámpora se mantendrá en el oficialismo, pero si en septiembre y noviembre los resultados no son los esperados, es una posibilidad que la comunicación entre ambos sectores se agudice.
Consultados sobre un acercamiento de Monzó, de pasado peronista, a Hacemos --la pata peronista de Cambiemos--, desde sus usinas no lo ven factible: "Ese es el espacio de Santilli y Emilio no va a jugar ahí".