El expendio de combustibles de a poco comienza a mostrar signos de recuperación, aunque todavía está lejos de volver a valores de venta ?normales'. Entre abril y junio, las ventas aumentaron un 36,2 por ciento, marcando el segundo mes consecutivo de crecimiento, aunque la película completa muestra que los valores siguen un 28,3 por ciento por debajo de febrero, el último mes antes de la llegada del COVID-19 al país. Estos números se desprenden de un informe presentado por CECHA y elaborado por la consultora Economic Trends con datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
Desagregado por tipo de combustible, la venta de nafta muestra una situación más compleja. El volumen de cargas pasó de 243.242 m3 en abril a 438.089m3 en junio, un alza de 80.1 por ciento, pero muy lejos de los 746.758 m3 que se comercializaron en febrero. En lo que va de la cuarentena, la caída total es del 41,3 por ciento. La situación del gasoil se presenta más estable gracias a la cosecha del campo y en el transporte de cargas, actividades que no se interrumpieron totalmente durante estos meses.
En junio se vendieron 653.403 m3, una recuperación del 17,1 por ciento respecto a los 557.857m3 comercializados en abril. Para poner en perspectiva, el volumen comercializado en febrero fue de 775.588 m3, lo que marca una caída del 15,8 por ciento entre estos meses. En junio, las naftas representaron apenas el 38.7 por ciento de los combustibles comercializados, cuando en cualquier mes normal se reparten 50 y 50 con el gasoil. "Tener números y trazar estadísticas nos permite mostrar los datos concretos en los que nos basamos para después ir a sentarnos en las mesas de diálogo con el resto de los actores, sean gobierno, distribuidoras o petroleras, y reclamar las medidas que entendemos que son necesarias para mantener a flote al sector", sostuvo Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, durante la presentación del informe.
"La mayoría de los estacioneros son PyMEs. Muchos de ellos han pedido créditos, se están consumiendo los ahorros de su bolsillo para pagar los sueldos. Es un daño muy grande. Si bien desde que arrancó esta situación seguimos operando por ser considerados esenciales, a diferencia de otros rubros también esenciales nuestras ventas se desplomaron", detalló Bornoroni. Según el informe, el sector perdió alrededor de 25.264 millones de pesos a nivel país.
Evaluando los datos de cada provincia, el AMBA sigue mostrándose como la zona más afectada. Entre febrero y junio, las ventas en la Ciudad de Buenos Aires cayeron un 50.2 por ciento, mientras que la provincia se ubica en un 32.4%. En Córdoba, la caída fue del 15.8% y en Santa Fe del 21%. Observando el cuadro de lo que ocurrió entre junio y mayo, quedan reflejados los cambios de fase de aislamiento que cada región presentó. En Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, el aumento en las ventas fue del 20 por ciento, en Córdoba del 13% y en Tierra del Fuego del 65%. Jujuy, que debió retroceder de fase por el aumento de casos, tuvo una caída del 5,1 %.
"Nosotros seguimos trabajando para las más de 65.000 familias que viven del sector. Seguimos cuidándolos y nos sentimos muy orgullosos del rol indispensable que llevamos adelante", cerró Bornoroni.