Una multitud acompañó el velorio de la joven peruana que conmociona al país

Confesó que era prostituta en un reality. Su novio le reclamó el premio, pero como se negó la mató. Otra versión señala que intentaron secuestrarla.

Sigue la conmoción en Perú. Llanto, dolor y sed de justicia para el asesino y sus cómplices, fue el común denominador en el último adiós de Ruth Thalía Sayas Sánchez, la joven participante de un reality show de la TV peruana que fue asesinada por su ex pareja al no querer compartir el premio del programa.

La madre de la joven, Vilma Sánchez Rojas, no pudo contener su dolor e intentó ingresar a la sepultura cuando colocaban el ataúd con los restos de su hija. “Llévame contigo, hija. Ese maldito asesino y toda su familia debe pagar con cadena perpetua”, gritó en medio del llanto, la misma que tuvo que ser sujetada con fuerza para después desmayarse.

“El compromiso es hacer que esa justicia sea oportuna. Debe de recaer al asesino y sus cómplices la pena máxima de cadena perpetua”, declaró en su alocución la ministra de la Mujer, Ana Jara, que acompañó a la dolida familia en la última morada de Ruth Thalía, en el cementerio Mapfre de Huachipa.

En tanto que la policía descubrió en poder de Bryan Romero unas fotografías de Ruth Thalía Sayas en las que aparece con diferentes hombres teniendo relaciones sexuales. Además, el homicida confeso dejó entrever que Eva Sayas, hermana de la occisa, la acompañó en algunas ocasiones bajo la misma condición.

Los detectives presumen que Bryan se ocuparía de prostituir a jovencitas y llevarlas a provincias del país. Y que por eso nunca fue novio de Ruth Thalia, sino que fue él quien la introdujo en el mundo de la prostitución, aprovechándose de su humilde condición y sus ganas de superación.

En tanto, la hermana de Ruth declaró que esta era extorsionada por Bryan, quien la acosaba y le insistía para que no salga de este vil negocio a cambio de no contarle a sus padres a qué se dedicaba realmente.

El fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, reveló signos de un aparente envenenamiento en el cadáver de la joven que confesó que era prostituta en medio del programa.

“Las pesquisas determinarán si existe responsabilidad de la producción del programa ‘El valor de la verdad’. Si así fuera, no tendría un grado de causalidad”, agregó la autoridad del Ministerio Público.

Lo cierto es que en el certificado de defunción de la víctima, precisa que el cadáver está putrefacto; la joven tenía diez días de muerta al ser hallada.



26 de septiembre de 2012


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