Descubrió alces en pleno "trío" en el patio de su casa
Se cree que los animales se prestaron al juego sexual después de "marearse" por comer manzanas.
Un hombre de la localidad de Lindome, en el sudoeste de Suecia, capturó la inusual imagen de tres alces que parecían estar apareándose en el jardín de su casa. Al parecer, todo comenzó cuando los animales se reunieron para comer manzanas de un árbol, lo que puede marearlos fácilmente.
No se trata del primer caso de alces mareados por el consumo desmedido de manzanas, pero sí el primero en el que la escena deviene en un extraño trío sexual, según comentó Peter Lundgren al sitio sueco The Local. "Nunca vi algo como esto, no de alces al menos", reconoció el hombre, un administrador de 43 años que había salido a su balcón para tomar aire.
En su jardín, los animales empezaron a montarse unos sobre otros para llegar a las ramas más altas del árbol. Pero de repente se convirtió en un juego sexual, ya que un joven macho se subió a una hembra veterana, que a su vez comenzó a oler o lamer la parte trasera de una hembra más joven.
Un especialista del centro de investigación Grimsö, el doctor Pär Grängstedt, aseguró que se trata de un caso "extremadamente raro" ya que los alces "viven y se aparean en el bosque", que queda muy cerca de la localidad sueca. De hecho, Lundgren aseguró que está acostumbrado a ver a estos animales tambalearse tras comer demasiadas manzanas fermentadas.
Pero este es un espectáculo muy inusual, sobre todo porque la época de apareamiento del alce terminó a principios de octubre y el macho que intentó montar a la hembra madura era demasiado joven para ella. Lo que no es tan raro es que hayan tomado el momento como algo normal, porque estos animales son bastante “voyeuristas”: "Los alces suelen pelearse por una misma hembra y los perdedores se quedan a mirar", covino Grängstedt.
 |
No se trata del primer caso de alces mareados por el consumo desmedido de manzanas, pero sí el primero en el que la escena deviene en un extraño trío sexual, según comentó Peter Lundgren al sitio sueco The Local. "Nunca vi algo como esto, no de alces al menos", reconoció el hombre, un administrador de 43 años que había salido a su balcón para tomar aire.
En su jardín, los animales empezaron a montarse unos sobre otros para llegar a las ramas más altas del árbol. Pero de repente se convirtió en un juego sexual, ya que un joven macho se subió a una hembra veterana, que a su vez comenzó a oler o lamer la parte trasera de una hembra más joven.
Un especialista del centro de investigación Grimsö, el doctor Pär Grängstedt, aseguró que se trata de un caso "extremadamente raro" ya que los alces "viven y se aparean en el bosque", que queda muy cerca de la localidad sueca. De hecho, Lundgren aseguró que está acostumbrado a ver a estos animales tambalearse tras comer demasiadas manzanas fermentadas.
Pero este es un espectáculo muy inusual, sobre todo porque la época de apareamiento del alce terminó a principios de octubre y el macho que intentó montar a la hembra madura era demasiado joven para ella. Lo que no es tan raro es que hayan tomado el momento como algo normal, porque estos animales son bastante “voyeuristas”: "Los alces suelen pelearse por una misma hembra y los perdedores se quedan a mirar", covino Grängstedt.
