Se tiró del 9º piso y lo salvó una bola de basura
El suicida frustrado no imaginaba que las bolsas negras acumuladas desde hace días salvarían su vida.
La caída fue desde 30 metros de altura, en su edificio de la calle 45 y la Octava Avenida. Sólo llevaba puesto su pijama e, increíblemente, aterrizó de espaldas sobre los residuos, que estaban sin recoger por la reciente tormenta de nieve en la Gran Manzana.
El joven fue asistido por varios vecinos. El impacto hizo que explotaran varias bolsas, que desparramaron su contenido de inmundicias por la acera. Kapatos quedó inmovilizado, sangrando por la nariz, pero totalmente consciente tras su salto.
Luego fue trasladado en ambulancia al Hospital Bellevue, donde informaron que su condición es estable a pesar de algunas fracturas, ya que la basura atenuó el golpe. Los médicos aseguran que tardará posiblemente meses recuperarse, pero su vida está fuera de peligro.
Un portavoz de la Policía de la ciudad explicó cómo sobrevivió el hombre: "La montaña de residuos la única razón por la que está vivo", dijo.
El hombre, de ascendencia griega, estuvo en el mismo hospital hasta el pasado 29 de diciembre, al parecer por motivos psiquiátricos. Fuentes policiales aseguran que no es la primera vez que intenta suicidarse y que ya había “fallado” en otras dos ocasiones: intentando ahorcarse y cortándose con un cuchillo a la altura de la garganta.
Los medios locales ya hablan del “milagro de año nuevo”, mientras que los camiones del Departamento de Limpiezas volvieron a la recolección – que había sido suspendida desde Navidad – y prometieron despejar las calles de los desagradables pilones negros. Si Kapatos hubiera esperado unos días más cuantas horas para dar su salto, no habría tenido tanta suerte.
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