Las firmas crecen a cada minuto. Un usuario conocido como Adrien Bonnet dio inicio a una recolección de firmas en el sitio oficial de "Change.org" en el que pide que se reanude la búsqueda del futbolista argentino Emiliano Sala y el piloto que manejaba el Piper Malibú, Dave Ibbotson.
Se puso un tope de 75 mil avales y en solo 17 horas ya se consiguieron más de 50 mil, y contando. La petición se lanzó el jueves a penas se dio a conocer que la Policía de Guernsey daba por finalizada la búsqueda activa del goleador. Todo parece indicar que se llegará al número indicado.
"El Club y sus simpatizantes exigen que la búsqueda de Emiliano Sala y el piloto del avión, continúen, por sus familias y para sus seres queridos", se pudo leer en la descripción del anuncio que ya lleva miles de suscriptores.
Por su parte, Romina, la hermana de Emiliano Sala, pidió a la gente en redes sociales ayuda para "no parar con la búsqueda", porque afirmó que Emiliano aún está vivo. "Les pido por favor a todos que, ya sea con un tuit, con un estado, con una foto, me ayuden a no parar con la búsqueda. Tenemos que encontrarlo, pongamos fuerzas. Por favor, ayúdenme, él esta vivo. Se lo pido por favor que me ayuden", dijo Romina entre lágrimas en un vídeo.
A las 15.15 hora GMT de este jueves, la policía de la isla de Guernsey comunicó que ya no está "buscando de forma activa", al no haber detectado "ninguna traza de la aeronave, el piloto, ni el pasajero", el único acompañante de Sala.
Las fuerzas de seguridad informaron que tres aviones y cinco helicópteros han llevado a cabo 80 horas de "tiempo de vuelo combinado" para buscar la avioneta, que despegó el lunes de Nantes (Francia) con destino a Cardiff (Reino Unido).
Tras esta noticia, su padre también habló ante los medios para pedir "que sigan buscando, por favor, no se puede más vivir así".
Nadie en Nantes se resigna a creer en lo que todo el mundo sabe inevitable. Mientras las autoridades británicas minimizan las posibilidades, en la ciudad del noroeste francés que ha convertido al futbolista argentino Emiliano Sala en un ídolo se aferran a la última esperanza.
Ni sus compañeros, ni el entrenador, ni la dirección del club, ni los aficionados quieren cortar el último hilo que les ata a su ya añorado delantero. Un vínculo tan fuerte como el amor y el respeto que el desgarbado atacante dejó en los tres años y medio que pasó en la ciudad.
"Es como perder a alguien de la familia", asegura Leroy Maxime que, junto a su perro vestido con una camiseta del Nantes y dos centenares de aficionados aguarda a la puerta del centro de entrenamiento, que excepcionalmente abrirá para pensar en Emiliano.