El Ministerio Público Fiscal impulsó una investigación y solicitó la realización de una serie de medidas de prueba por emanaciones y vuelcos posiblemente contaminantes de una curtiembre de la localidad de Paso del Rey, en el partido de Moreno.
La pesquisa se inició cuando vecinos del lugar advirtieron fuertes olores por las noches y la formación de una suerte de niebla alrededor del establecimiento en los días de humedad, por lo que acercaron su inquietud a la Fiscalía Federal de Moreno, a cargo de Leonardo Filippini.
A partir de esos pedidos de informes, el Ministerio de Ambiente bonaerense y la Autoridad del Agua (ADA) dieron cuenta de distintas irregularidades en el funcionamiento de la planta de tratamiento de efluentes líquidos industriales del establecimiento.
Así fue como Filippini puso en conocimiento sobre la situación a la Fiscalía Federal N°2 de Morón, a cargo de Mariela Labozzetta, quien con base en esos elementos requirió la instrucción por la posible infracción a Ley de Residuos Peligrosos.
El caso tramita ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de Morón, y según fue informado por la Dirección de Fiscalización de Industrias e Inspección General del Ministerio de Ambiente provincial, el establecimiento en cuestión no contaba con licencia de emisiones gaseosas a la atmósfera, ni permiso de vuelco.
Además, sus certificados de aptitud ambiental, prefactibilidad hidráulica, explotación subterránea, prefactibilidad de vertido de efluentes líquidos cloacales y mixtos estaban vencidos, y el almacenamiento y disposición de residuos especiales y envases de productos químicos no se adecuaba a la normativa aplicable.
Por otra parte, el sedimentador de su planta de tratamiento no estaba funcionando y el vuelco que se descargaba al Río Reconquista presentaba "rastros sobrenadantes con coloración asimilables a sales de cromo".
Por su parte, la Autoridad del Agua precisó que la empresa había realizado gestiones para obtener el permiso de vuelco en 2004, pero que su solicitud había sido archivada.
En abril pasado, el Departamento de Inspección y Control de los Recursos de ADA corroboró que la empresa evacuaba efluentes líquidos industriales al Arroyo Sambrizzi, con destino final al Río Reconquista. Una muestra analizada presentaba valores de "PH, DBO, DQO, nitrógeno amoniacal, sulfuros y cadmio", inconsistentes con la normativa aplicable.
Uno de los responsables del establecimiento había sido objeto de un proceso judicial anterior por la presunta comisión del delito de contaminación ambiental por el vuelco de residuos con sólidos sedimentables, cromo y coliformes fecales en exceso a los parámetros autorizados por la autoridad administrativa ambiental al Río Reconquista, pero el mismo se extinguió por el fallecimiento de la persona imputada.