"Vengo a dejar mi vida para que se terminen estos abusos", aseguró Roberto en la puerta de las oficinas que tiene la compañía en Los Polvorines junto a un cartel que anuncia su huelga de hambre y sus pedidos: "Sanción para la empresa y leyes que protejan a los usuarios".
Su pesadilla y la de su familia empezó el 2 de enero pasado, cuando la rotura de un transformador de Edenor hizo que su vivienda quedara sin energía por varios días y afectara directamente a su esposa con discapacidad.
Si bien su pareja no es electrodependiente, el hombre explicó al portal Malviticias que necesita de la luz para nebulizarse diariamente y mantener el ambiente a determinada temperatura para evitar que sufra convulsiones y se deteriore su cuadro médico.
Los días pasaban, la salud de su mujer empeoraba y desde el Ente Regulador de la Energía se negaban a ayudarlo argumentando que necesitaba haber sufrido al menos cuatro interrupciones en el servicio para poder intervenir.
Después de que la mujer pasara días convulsionando, la firma restableció la energía. Sin embargo, Roberto decidió que no se quedaría esperando a que esa situación vuelva a repetirse para exigir una penalización.
"Quiero que la empresa sea sancionada y que haya leyes que nos protejan de estas cosas. Pienso quedarme hasta las últimas consecuencias", exige el hombre para que ni él ni otro usuario en una situación similar, vuelva a pasar por esa experiencia.