Usan a menores como choferes de combis truchas

Grupos mafiosos los usan porque "son más económicos". Los riesgos de viajar en forma ilegal.

Todos los días, a la Ciudad de Buenos Aires ingresan desde distintas zonas del Conurbano 4.200 unidades ilegales de transporte público de pasajeros, que popularmente son llamadas “combis truchas”. Se trata de un negocio millonario, que contabiliza unos 135 millones de boletos anuales.

A un promedio de 10 pesos cada viaje, la suma que mueven estos rodados asciende a 1.350 millones de pesos por año, alrededor de 4 millones por día. Pero al mismo tiempo que evaden todos los controles de seguridad y fiscales, en el último año sumaron un verdadero ejército de conductores menores edad.

Se calcula que al volante, sin registro y violando todos los derechos laborales, estas bandas mafiosas explotan a unos 2.000 adolescentes. Los datos surgen de un relevamiento efectuado por la Comisión Nacional de Víctimas del Transporte Público, que al mismo tiempo alertó sobre “la incorporación de chicos que son absolutamente vulnerados en todos sus derechos, y son utilizados para evitar compromisos con la justicia ante la eventualidad de accidentes”.

Martín Lescano, titular de la asociación, explicó que “en la actualidad, las unidades truchas que funcionan en el ámbito metropolitano son 5.750, cifra que se divide en 4.200 combis y el resto en colectivos ilegales”, precisando que “en el caso de las combis, en el 46% de los casos son manejadas por menores”.

Cabe destacar que en estos rodados siempre viajan dos o tres personas: una se encarga de manejar, otro de “cortar” los boletos y el último de acomodar a los pasajeros, pero los roles se intercambian. “Por supuesto, se trata de conductores que no tienen registros, que están en riesgo permanente y ponen en riesgo a los pasajeros. Todo esto ocurre delante de toda la ciudadanía, y lo peor es que ocurre frente a los organismos gubernamentales. Actúan con absoluta impunidad. Es muy grave. Por un lado, se están violando los derechos laborales, ya que trabajan en negro, sin cobertura médica, y por otro se violan los derechos del niño. El Estado cuenta con herramientas legales para erradicar este flagelo”, dijo Lescano.

Asimismo, destacó que “el tema ya lo denunciamos ante la Subsecretaría de Seguridad Vial de la Ciudad de Buenos Aires, y al mismo tiempo ante autoridades bonaerense y nacionales, como el Ministerio de Trabajo”.

En ese sentido, Lescano manifestó que “en la ciudad, hay muchos controles viales por alcoholemia y recursos destinados a cazar infractores con las fotomultas, porque se recauda con las multas, pero no hacen absolutamente nada para combatir este fabuloso negocio ilegal”.

De acuerdo al informe de la Comisión de Víctimas, “la prueba de la impunidad con la que se manejan estos grupos mafiosos mixtos, porque en el negocio intervienen diversos sectores, es que las principales paradas están en lugares más que importantes de la ciudad, como el Correo Central, Plaza Constitución, Plaza Once, Puente Saavedra, Luna Park, Avenida de Mayo, Avenida Alem y centenares de otras paradas en los principales puntos”.

Finalmente, Lescano dijo que “previo a este flagelo de los chicos, las mafias explotaron a trabajadores adultos, también en negro, que ahora están desocupados y la mayoría con causas penales por accidentes”.

30 de julio de 2011
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