Panchos picantes: usaban una panchería para vender droga en Once

La Policía de la Ciudad detuvo a una madre y su hijo. Los clientes compraban un pancho y además se llevaban cocaína o marihuana.

La Policía de la Ciudad detuvo a una mujer y su hijo, ambos de nacionalidad peruana, por venta de droga en el kiosco que atendían en pleno centro comercial de Once, en el que las narcotransacciones casi siempre tenían como denominador común la compra de un pancho.

En dos allanamientos, los oficiales de la División Investigación Antidrogas Sur de la Policía de la Ciudad, decomisaron más de 200 gramos de cocaína, además de marihuana.

Esta división, dependiente del Departamento de Investigaciones Antidrogas de la Policía de la Ciudad, fue encomendada por la Unidad Fiscal Especializada en Investigación en Delitos Vinculados a Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de Cecilia Amil Martín, a realizar las averiguaciones si en un kiosco de Tucumán al 2300, se comercializaba drogas.

Los efectivos encararon la pesquisa, determinando que los que estaban al frente de ese kiosco eran una mujer de 45 años y su hijo de 24, ambos de nacionalidad peruana.

En las guardias que hicieron los oficiales pudieron confirmar que en la mayoría de los pasamanos, a cualquier hora del día se hacía junto a la compra de un pancho, como referencia para encarar la comercialización o bien para justificar el paso por ese local y disipar sospechas.

Con el correr de las investigaciones, se llegó hasta un departamento en Hipólito Yrigoyen al 2800, también en el barrio de Balvanera, donde en principio se creyó que era el domicilio de la mujer, ya que concurría diariamente. Sin embargo, luego se supo que la imputada iba solamente a preparar y buscar la droga para venderla en el kiosco.

Para mayor carga probatoria los oficiales también recurrieron a la figura del "comprador previo", es decir, que los investigadores luego de observar a un presunto comprador, salir del kiosco con un pancho, y sin perderlo de vista, le permitieron alejarse del lugar para posteriormente detener su marcha, y al ser requisado le fue hallado entre sus pertenencias la sustancia adquirida.

Con los datos acumulados, la fiscalía solicitó los allanamientos al local y al departamento, otorgados por el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 12, que se cumplieron con resultado positivo.

En el kiosco los efectivos secuestraron 61 envoltorios con cocaína, y una bolsa de nylon con varias piedras de la misma sustancia, sumando 38,4 gramos, más una bolsa con 0,9 gramos de Tusi, como se conoce a la cocaína rosa; 8,6 gramos de marihuana, bicarbonato de sodio utilizado para el corte, 67.200 pesos; 41 dólares y tres celulares.

Por su parte, en el departamento de la calle Hipólito Yrigoyen los oficiales descubrieron que allí la mujer guardaba y preparaba la droga y que no lo utilizaba para pernoctar.

Allí, con la colaboración de la División Perros de la Policía de la Ciudad, los oficiales incautaron 172 gramos de cocaína, 339 gramos de marihuana, dos balanzas, un teléfono y bolsas transparentes para el fraccionamiento. Tras la consulta judicial, se ordenó la detención de madre e hijo.

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