Con autos de doble comando y las pruebas en la calle para exponer a los conductores a situaciones reales en la circulación el gobierno porteño modificará las condiciones para obtener la licencia de conducir. En la actualidad se deben completar seis maniobras en un parque cerrado, pero la exigencia aumentará en los próximos meses de acuerdo a un cambio establecido en la Ley Integral de Convivencia Vial, votada en la Legislatura en diciembre pasado.
Circular en zigzag entre conos, dar la vuelta a una rotonda marcha atrás, hacer cambios en marcha, pasar un cruce ferroviario, retener el embrague en una subida y estacionar son las seis maniobras que se deben realizar antes de obtener la licencia de conducir.
La pista que se encuentra en Parque Roca, en el sur de la ciudad, seguirá operativa aunque solo para quienes tramiten la licencia para motovehículos o transporte de carga, que realizarán su examen en un circuito cerrado. La otra pista de aprendizaje que hay en el predio continuará abierta para todos.
El examen práctico de conducción en las calles es una modalidad que se utiliza en varios países, como Francia, Finlandia, Hungría, Holanda, España, Austria, Irlanda, Alemania, Italia, Japón, Grecia, Suiza y Lituania.
En la calle el aspirante será evaluado en situaciones reales del tránsito, dentro de un circuito seguro, pero en el que habrá que interactuar con otros vehículos, peatones, ciclistas y otros imprevistos, por lo que la exigencia aumentará. En la práctica habrá instructores que utilizarán autos doble comando que aportará la empresa KEKO SA que se adjudicó la licitación.
Los vehículos cuentan con doble pedalera de embrague, acelerador y freno, del lado del conductor y del acompañante. El instructor, como el aspirante, tiene acceso a esos comandos por lo que en caso de algún peligro puede accionar y frenar. El 70% de la flota será con caja manual y el 30% tendrá caja automática.
Los instructores de las academias de manejo, como parte de los cambios dispuestos en la ley, serán formados por el gobierno porteño y las escuelas seguirán habilitadas a enseñar a conducir en las calles porteñas excepto en las zonas no autorizadas como manzanas con establecimientos educativos, centros de salud, comisarías, estaciones de bomberos, macro y microcentro y avenidas en las que se circule a más de 60 km/h.
Además de la prueba en la calle, más exigente porque evaluará la aptitud para el manejo, el examen teórico tendrá modificaciones. Las preguntas pasarán de 30 a 40, para aprobar habrá que responder el 85% en forma correcta (34 respuestas) cuando en la actualidad es el 75%. El tiempo de examen se reducirá de 45 a 40 minutos.
En el examen psicofísico se evalúa incluir nuevos parámetros de aptitud visual. Además, en el Área de Psicología se empezó a implementar una entrevista semidirigida para detectar indicadores que puedan interferir en la aptitud para conducir. También se sumaron preguntas sobre trastornos de sueño y apneas.
Nuevas señales de estacionamiento
Por otra parte, el Ejecutivo local ingresó en la Legislatura un proyecto de ley para modificar las reglas de estacionamiento y reducirlas de nueve a tres. Con estos cambios en todas las calles de una mano se podrá estacionar el vehículo durante las 24 horas salvo que la cartelería indique lo contrario. Por regla general en las calles con sentido único está permitido estacionar exclusivamente sobre el lateral derecho y la nueva normativa propone dejar el vehículo a ambos lados de la calle, excepto en aquellos sitios señalizados.
Esta modificación se realizará en los barrios residenciales y no en el micro y macrocentro. Permitirá generar 28.000 nuevos espacios para estacionar que se sumarán a los 386.000 lugares disponibles que llegan a 468.000 con los que se suman los fines de semana al habilitar calles prohibidas durante la semana.